viernes, 21 de diciembre de 2007

La entrevista deportiva


A mi me gustan los deportes. No practico ninguno, pero puedo pasar horas viendo béisbol, tenis, golf, carreras de autos y motocicletas, fútbol, y cualquier otra práctica por la cual reciben mérito y/dinero sus participantes.
Dentro de ese interés por el deporte también considero valioso conocer la opinión del deportista luego de sus éxitos o fracasos, así como su opinión de los retos frente a su próximo duelo.
Sin embargo, últimamente me he dado cuenta de lo absurdo de ciertas entrevistas deportivas en la que se formulan una mala pregunta y por tanto reciben a cambio un bodrio como respuesta.
A continuación les doy algunos ejemplos sacados de la vida misma, copiados casi textualmente:
Entrevista 1. A un beisbolista
Pregunta: ¿Cuál crees que es la clave para ganar la serie?
Respuesta: Yo creo que los pitcher hacen su trabajo y tiran strikes, y nosotros logramos batear y hacer carreras podremos llevarnos la serie. También es importante mantener una buena defensiva.
¿Se le ocurre usted acaso una forma diferente de ganar un partido de béisbol?
Entrevista 2. A un conductor de Fórmula 1.
Pregunta. ¿Cómo fue que se dañó el caucho trasero luego de que fulanito de tal lo golpeara?
Respuesta: Bueno fulanito de tal se pasó en su frenada y el caucho delantero izquierdo golpeó el caucho trasero izquierdo provocando que este se rompiera.
¿No fue lo que usted vio varias veces y desde distintos ángulos en la televisión, justamente en el canal que hace la entrevista al conductor?
Entrevista 3. A un futbolista.
Pregunta. ¿Cómo se sintió al fallar el penal que pudo haber definido el partido?
Respuesta: Es muy decepcionante, ya que podríamos haber ganado. Pero ya veremos en otra oportunidad.
¿Qué esperaría el periodista como respuesta? Acaso un “de maravilla”, manifestando un gesto de sadismo frente a su equipo.
Por eso, cuando acaba de finalizar la serie mundial he decretado mi negación a seguir las entrevistas que han de hacerle a Maglio Ordoñez y Carlos Guillén (los venezolanos más representativos del perdedor equipo de la serie mundial, los Tigres de Detroit) que busquen indagar sobre los motivos del fracaso, que por qué no salieron los jonrones, que qué pasó con la defensa, que por qué motivo el veterano y exitoso manager Leyland no puso a lanzar al veterano y exitoso Kenny Rogers.
No, no me lo calo. Por eso ahora estoy convencido de que a los jugadores los quiero en el campo y no diciendo: no bateamos, cometimos errores y por eso perdimos.
Eso ya se sabe.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Escrito en Octubre de 2006

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