sábado, 20 de diciembre de 2008

Carta de un padre al niño Jesús


Querido niño Jesús:
Antes de extenderme en los saludos, lo primero que te pido es que le des urgencia a esta correspondencia, así como hicieron los diputados del bloque del cambio para aprobar la Ley Resorte.
Recibe un cordial saludo de parte de un padre asalariado -o sea yo- del país más septentrional de América del sur, casado y con tres descendientes -dos hembras y un varón- a los cuales tengo que proteger y alimentar. Como tú sabes, por estos tiempo las funciones antes mencionadas significan atender la petición que te hacen a ti de regalos y que religiosamente tú rebotas -quien sabe si irresponsablemente- a los progenitores. Esa situación me parece injusta pero no te asustes que no pretendo emprender una Constituyente navideña a estas alturas del año.
Voy a lo que me trajo hasta estas líneas: esta carta es una solicitud para que me ayudes al menos un poco ante la reiterada petición para el 24 en la noche, que cada año se hace más compleja gracias al bombardeo de propagandas, que en mi casa llegan tanto por los canales nacionales como los de cable dedicados a la emisión de series infantiles.
No se si lo habrás notado, pero las cartas "al niño Jesús" ya no son cartas. Son escritos tan extensos como una disertación de un filósofo europeo explicando el proceso revolucionario venezolano en el contexto socio-político de latinoamérica. La única diferencia es que los caracteres de nuestros carajitos están destinados a pedir, mientras que los otros, son sólo para hablar paja. Y mientras más piden, más dinero tengo que gastar.
Lo que te solicito es que le escribas al gobierno, para que instaure la I Feria del Juguete Revolucionario, donde nosotros, quienes cumplimos tu labor de entregar los presentes en Noche Buena, podamos adquirirlos a precios solidarios. Si lo pueden hacer con los alimentos en Mercal o en las ferias de Los Próceres, estoy seguro de que el ejecutivo podrá actuar en esta oportunidad de la misma manera.
No se te olvide mencionar, que por "juguete revolucionario" debe entenderse todo aquel que esté mencionado en las cartas de los chamos y chamas, a saber: bates, gorras, guantes, balones, Barbies y sus accesorios en todos los modelos y tamaños, Polly pots, Game boys, Play Stations, patinetas y patines, máquinas para hacer helados, juegos de maquillaje, carros a control remoto, bicicletas, muñequitos de Barnie, Max Steel y Power Rangers, discos de Hilary Duff, Britney Spears o Jessica Simpsom, celulares con cámara incluida, televisores y DVD, entre otros.
Se que pensarás que el pedido es difícil. Es verdad; pero si fuera sencillo no te buscamos. Bastaría hablar con Darío Vivas.
Anda Niño Jesús. Échanos una mano. Mándale una carta pública al Presidente, al Vice-presidente ejecutivo, al Presidente de la Asamblea (según parece es un tal Ameliach y no Gutiérrez que es el encargado permanente), al Ministro de Finanzas, al de Producción y Comercio, al Presidente de PDVSA (ese es importante porque tiene el billete para financiar la feria) y a todo el que a ti se te ocurra. Hazlo vale, para ver si este año los reales me alcanzan para comprarme unos zapatos.
Y no lo vayas a tomar como una amenaza, pero si no lo haces, cuenta con la Constituyente navideña el próximo año para que no sigas engañando a los niños de la patria.
Alejandro Luy
Publicado en El Mundo. el 9 de diciembre de 2002

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