sábado, 31 de marzo de 2012

Con el pajarito en la cabeza


Seguramente han visto la propaganda esa en la que un pájaro carpintero actúa como una especie de conciencia en una joven mujer que solo piensa, mientras está en su trabajo, en que se está pareciendo a su mamá, que le salió una cana, que no sabe si pagar la tarjeta o hacerse las lolas y que el hombre que le gusta es casado, casado, casado, parte que fue editada y no sale en la segunda versión de la cuña.
Todo ese pensamiento permanece mientras la chica está frente a su computador, caminando por la oficina y en una reunión. Por lo anterior, yo he concluido que uno de los mensajes de la cuña es que mientras está en el trabajo, la mujer no piensa en el trabajo, sino en sus defectos físicos, sus ganas de tener grandes tetas, las deudas y sus relaciones amorosas. Cuando decide comer las galleticas, su mente queda en blanco y yo esperaría que, en ese momento, mientras mastica, trabaje.
Creo que al igual que a la chica de la propaganda, los del gobierno nacional, los analistas y diputados que le apoyan y – lamentablemente - los periodistas de los canales públicos tienen un pajarito en la cabeza que les ocupa sus pensamientos no en lo que es importante para la gente, ni siquiera para los de su propio partido.
Y así se la pasan todos los días, escuchando al ave mientras canta las estrofas:
“La agenda de violencia de la oposición, de la oposición, de la oposición”
“El Gato es adeco, adeco, adeco”
“El asesinato fue en Miranda, en Miranda, en Miranda”
“[Insulto] Capriles Radonski, Radonski, Radonski”
Tanto la escuchan en sus cabezas que cuando abren la boca no queda otra que repetirlas.
Por supuesto, con la cabeza ocupada con ese pajarito, difícilmente se pueden poner a trabajar. Están en su oficina, en la camionetota (que no es China y si nuevecita) o en VTV pensando en esas vainas, y no como atender o informar objetivamente sobre inseguridad, calidad del agua, inflación, situación de la cárceles, etc., etc.
Si la solución es una galletica, yo propongo que del Fonden, el Fondo Chino, o mejor de la exitosa recaudación del impuesto sobre la renta, se aparten unos realitos para hacer una compra millonaria de bizcochos y se distribuyan a todos los empleados públicos y quienes se sienten como tales para quitarles el pajarito de la cabeza.
Claro, yo sé que es un riesgo para muchos. Porque seguramente una vez que el pajarito deje de dictarles lo que deben pensar y decir, tendrán que demostrar que pueden usar su cabeza para trabajar, como le pasa a la chica de la cuña. Y eso no es fácil para el que no está acostumbrado.


Alejandro Luy
31 de marzo de 2012

PD1: Los directivos de Venevisión están tan asustados y son tan complacientes que los discursos de los artistas contra la violencia en los premios Pepsi Music les parecieron consignas de la primavera árabe. "Digno" ejemplo de la autocensura.

3 comentarios:

Juan Carlos Fernández Doldán dijo...

EXCELENTE y muy acertado ...y eso que el pajarito del comercial no está preñado, como si lo está el de los disfuncionarios
Lo mas subversivo no es la analogía sino la propuesta de los bizcochos para "solucionarlo" eso sería una BOMBA que hasta podría disolver la Robolución

Jorge M. González dijo...

Que finalmente se pongan a trabajar los funcionarios publicos y los miembros del des-gobierno, aunque sea gracias al efecto de alguna galleta magica? Eso si seria una revolucion!! ... Buen articulo!

Tecnofenix dijo...

La analogía realmente si puede causar una revolución