lunes, 3 de marzo de 2008

Sexo animal


El tipo sólo pensaba en dos cosas: los animales y el sexo. No es lo que usted está pensando. Lo suyo no era la zoofilia. Se trataba de algo más profundo: imaginarse como sería su vida sexual si fuera uno de los tantos maravillosos animales que en los libros y en el campo había estudiado.
Algunos días se pensaba como un tigre asiático, que vive solitario la mayor parte del año y que sólo se acerca a su tigra en los pocos días que ella está receptiva. "Si fuera un tigre pasaría tres o cuatro día copulando con mi pareja, quien manifestará su satisfacción con profundos gritos y unos fuertes deseos de morderme. Por eso el tigre cuando oye roncar a su pareja, se para rapidito y se aleja. Un rugido es la despedida, nada de ¿papi tu me quieres?".
"¿Y si fuera una lapa macho?", pensaba otro día, "tendría algo que seguro que todos los hombres desearían". Porque las lapas machos, así como algunos lagartos y ratones, tienen un hueso en el pene, que seguramente lo hacen más fuerte y aseguran una erección más duradera. "Nada de depender del volumen sanguíneo o de la pastilla azul, un hueso peneano es la solución".
No le gustaba mucho eso de ser un ave, porque las cópulas son generalmente breves. Sin embargo, reconocía que ser una especie de saltarín parecía interesante. "¿Tu te imaginas estar bailando sobre una rama, esperando que una hembra te escoja para aparearse, y al ratico volver a pararte en la ramita hasta que llegue otra jevita para repetir la historia". De algo estaba seguro: "pato no quiero ser".
Pero su sueño más recurrente era ser un bonobo o chimpancé pigmeo. Cualquier biólogo sabe las bondades que tiene ser un simio macho, ya que vivirás en una sociedad polígama donde serás el jefe de una manada conformada por las hembras (¡tus hembras!) y las crías. Da lo mismo ser un araguato, un capuchino o un gorila de montaña.
"¡Pero ser un bonobo es lo máximo!", decía mientras se rascaba la barba y miraba al cielo. "En la sociedad de los bonobos el sexo es un asunto fundamental y los estudios han demostrado que una parte importante de los conflictos son resueltos con el sexo. Si peleo con mi monita, nos vamos para el monte, copulamos, y problema solucionado. Pero lo mejor de todo son las consecuencias de esta conducta de los bonobos. Mientras que sus primos los chimpancés resuelven todo a los trancazos y sus sociedades son agresivas, la de los bonobos es una sociedad muy pacífica".
"Es rico cuando la paz se consigue en la cama".
¿Por qué no lo intenta?.
Nota al margen: dado que el ambiente es un asunto tan serio, es prudente señalar que todo lo dicho sobre los animales es absolutamente cierto.
Alejandro Luy
Publicado en El Mundo, el 25 de septiembre de 2004

Ilustración de Rogelio Chovet

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