domingo, 1 de diciembre de 2013

En qué comuna vive usted. Alejandro Luy

Vamos a suponer que usted y yo vivimos en una de las 2740 comunas de Suiza.  Lo primero que usted y yo debemos saber es que en Suiza la "comuna" es lo que en Venezuela conocemos como municipio.  No es una "estrategia ofensiva Revolucionaria para la liberación del país de la pobreza material y espiritual" como la concibe el gobierno venezolano y lo expresa en la página del Ministerio del Poder Popular para las Comunas, que se interpreta como un gobierno paralelo a las Alcaldías, creado al margen de la Constitución.
Pero volvamos Suiza, por ejemplo a alguna de las 87 "comunas" del Cantón de Lucerna, y supongamos que el 8 de diciembre son las elecciones municipales, para escoger el Alcalde y los Concejales. Si usted y yo viviéramos allí, y fuéramos ciudadanos comunes, no militantes de un partido político, estaríamos evaluando las propuestas de los candidatos para solventar los problemas de la región como pueden ser el retardo de dos minutos que se ha venido viviendo en los últimos tiempos en el sistema de transporte o las tres bicicletas hurtadas el pasado verano.  Usted, o yo, no estaría atento si el candidato es a fin al Presidente del Consejo Federal Suizo, porque está seguro que sus políticas estarán enmarcadas en la constitución y hacia la atención de los ciudadanos, es decir de usted.  Usted sabe que ni el alcalde va a defender una política contraria a sus funciones (por ejemplo la creación de una "comuna" paralela) ni el Consejo Federal se le va a ocurrir desarrollar estrategias para sabotear la labor de su alcalde (el suyo, se entiende) para perjudicar a los ciudadanos, y que si algo de eso sucede, sabe que contará con una justicia independiente que a través de la Corte Suprema Federal de Suiza.  
En esas condiciones, un candidato espera medirse con ideas a otro, sin que ninguno haga uso de los recursos públicos, sin que nadie se sienta amenazado con inhabilitaciones o juicios por el solo hecho de estar dominando las encuestas.  Y si ese candidato gana, y no es del partido dominante en el Gobierno Central, está seguro que contará con todos los recursos necesarios, y podrá articularse con los ministerios de ambiente o de seguridad.  
Claro está, si usted estuviera en una comuna suiza no tendría la necesidad de usar el voto como manifestación de su descontento con el gobierno central y los fracasos económicos, de seguridad o de salud del país.  Para ello hay instancias adecuadas...que funcionan.
Pero, ni usted ni yo estamos en Suiza, tenemos que ir a elegir alcaldes y concejales el próximo domingo 8 y, a diferencia del país europeo, en Venezuela hay algo que se llama polarización política, y creo que no es el momento en que esta va a poder romperse aunque lo pida Claudio Fermín, el MAS y Felipe Mujica.  Ya en las últimas elecciones parlamentarias Henri Falcón, Vladimir Villegas y Margarita López Maya defendieron la tesis contra la polarización y el resultado fue que con unos saltos de talanquera y el uso de los otros poderes nada independientes hoy el gobierno tiene 99 votos y Maduro su Ley Habilitante.
Si usted aun vive en la disyuntiva si las elecciones del 8 de diciembre deben verse o no como un plebiscito, o mejor si usted está convencido de que no debe ser leído así le pregunto, ¿en qué comuna suiza vive usted?


Alejandro Luy

lunes, 4 de noviembre de 2013

viernes, 27 de septiembre de 2013

El país, un accidente

En la mañana del viernes 27 de septiembre de 2013 un camión cargado de carne proveniente de Colombia transita velozmente la autopista Francisco Fajardo, ignora las restricciones de altura y en consecuencia choca contra una barra de metal amarilla ubicada antes de los puentes, colocada  con la intención de evitar los golpes a la estructura de concreto.
Con el choque el conductor muere asfixiado.  Su acompañante resulta herida.
Cuando el cadáver aún está fresco, el camión empieza a ser saqueado.  20 % de la carga se la llevan los dueños de carros y motos que quedaron cerca del accidente. 
Se forma la cola y algunos motorizados (¿cuántos serían?), las jaurías de perros que pueblan el asfalto, empiezan a asaltar  a los conductores que por curiosos, desprevenidos o por tener el aire acondicionado dañado tienen sus ventanas abajo.
A instante del desastre ocurrido en la autopista a nivel de Los Ruices, sus alrededores y la ciudad toda empezó a colapsar.  Ya había entrado la tarde, pero hasta la frecuentemente solitaria avenida Mohedano de La Castellana era un caos por la tranca.
Este accidente resume el país que vivimos, o al menos la ciudad capital anárquica, desorganizada, promotora de la ilegalidad e inhumana que se ha estado construyendo.
Comida importada, exceso de velocidad, asaltos con total impunidad, tráfico infernal, seres "auto-dependientes”, saqueo como forma de "re-invindicación" y - quizás lo más grave- falta de ética o escrúpulos de una población que frente a la carne muerta de un ser humano, responde con la acción de robar carne muerta de un animal.
Ejemplos que ratifican lo anterior lo encontramos en las calles, la prensa o en nuestra vida.  Pero me da por recordar que hace unos meses un adolescente, con problemas mentales a quien se le había muerto su madre, se suicidó lanzándose de los pisos superiores del Millenium Mall hacia la feria de comida. Mientras el cadáver estaba allí, con un padre llorándolo, la gente tomó fotos y las subió al twitter, los comercios de comida permanecieron abiertos, comensales siguieron con su faena de papas fritas y hamburguesas.  Hasta hubo quien se molestó con el suicida que les jodió el almuerzo.

Estos hechos 27 de septiembre de 2013, y los millones ocurridos en los últimos años, nos dicen que hoy el país es un accidente.

lunes, 23 de septiembre de 2013

El traje típico

La elección del mister Venezuela la asumí como una respuesta muy seria a una necesidad del país, como es la de reconocer que este no puede ser el territorio de las mujeres bellas si al mismo tiempo no es el de los hombres bellos, guapos o atractivos. El adjetivo es lo de menos, lo importante son los genes.
En un corto período de participación en eventos internacionales, nuestros mister Venezuela han tenido una muy digna actuación, dejando muy en alto las facciones, los músculos y las proporciones de los caballeros de esta tierra de gracia. De los electos en los tres primeros concursos, dos tuvieron éxito en sus retos mundiales: Sandro Finoglio fue mister Mundo y Ernesto Calzadilla ganó el certamen Mister Manhunt International.
Pero el orgullo es mayor, porque los factores claves para la obtención de los títulos en otras latitudes no sólo han sido la belleza física y la capacidad intelectual de los representantes, sino el talante con el cual pueden enfrentar los momentos duros de un concurso como puede ser la presentación en traje típico. La prueba de mi afirmación quedó demostrada en el más reciente concurso de belleza masculina, en el cual el joven Nadir Nedy, finalista del Mister Venezuela de 1998, vistió en el concurso de Mister Internacional celebrado en la India, un curioso traje típico: el de pájaro guarandol.
Dada mi ignorancia sobre este pajarraco, su omisión en la Guía de las Aves de Venezuela, y la falta de visión de los medios de comunicación al no mostrar la foto de tan original traje, sólo me ha quedado imaginarlo en tonos naranjas, amarillo y negro, es decir con los colores de un turpial, con una extensión de tela entre el torso y los brazos para que Nadir abriera sus extremidades superiores en señal de vuelo. Completa el traje el piquito y la colita emplumada.
Sinceramente me declaro ansioso para ver las próximas ediciones de los concursos internacionales de belleza masculina para poder disfrutar la manera como nuestros diseñadores resuelven el traje típico y el representante venezolano lo luce con prestancia y altivez, condiciones necesarias para poder vestir tan retador atuendo que refleja nuestra idiosincrasia.
Que los modistas -que son quienes saben- me perdonen la osadía, pero deseo sugerir un par de trajes para los próximos concursos. Podrían diseñar un traje de burriquita con el cuerpo del animal vestido de una sobria gabardina italiana gris burro, acompañada por unos pantalones negros, camisa blanca de seda, un sombrero de paja adornado con lentejuelas de donde nacen unas clinejas rubias o pelirrojas, para dar exotismo al vestuario.
O qué tal ataviar a nuestro mister Venezuela de carite: chiffon rosado ceñido al cuerpo, adornado con mostacilla, atrapado en una atarraya adornada de cristales y una colonia penetrante que recuerde el olor del área de las pescaderías del mercado de Quinta Crespo.
Estoy seguro de que a los mister Venezuela le sobrará eso que llaman charm para pasear tan autóctonos trajes por las pasarelas internacionales y honrar la belleza masculina del país. Mucho éxito, caballeros.

Alejandro Luy

Nota:  Por este premio obtuve el mejor artículo de opinión de Nuevas firmas en el año 2000


domingo, 25 de agosto de 2013

No somos noruegos. Alejandro Luy

I
Mi hija me pregunta por qué la piscina de la villa en el oriente de Venezuela donde fuimos a pasar unos pocos días a  modo de vacaciones está rodeada de rejas.
Le explico que no estamos en Noruega (cada vez que quiero destacar el funcionamiento de las instituciones, los ciudadanos y la democracia como un todo, me refiero a Noruega) donde la gente cumple sus deberes y puede ejercer sus derechos, y entiende que si en un cartel dice que la piscina está abierta de 9 am a 8 pm, entonces no la puede usar fuera de ese horario.  No importa si está rascao, o está cumpliendo 50 años, o se lo dijo el tarot:  no se puede usar.
Como no estamos en Noruega, hay que poner un candado para que jóvenes o adultos, mujeres, hombres o grupos de LGBT no puedan acceder a la piscina.

II
Días antes de la salida de vacaciones me dirijo hasta un supermercado y - por motivos de tiempo - escojo las 10 cosas imprescindibles del momento (incluyendo papel tualé, que milagrosamente había) a fin de hacer uso de la caja rápida.  
Delante de mi un muchacho, con un carrito y 13 productos.  La cola avanza lentamente y le dijo "jovén, allí tienes más de 10 artículos".  Eran 13.  El no me contestó.  Siguió en la cola.  Llegó a la caja. Por delante de él circularon varios empleados del supermercado sin ver nada.  El cajero marco los 13 artículos del joven en la caja que era para un máximo de 10 artículos, como decía el cartel que precedía a la caja y al cajero.
No pasó nada.  ¿Tendría yo que decirle al cajero que parte de su trabajo es hacer cumplir la instrucción grabada en el vendito cartelito de "máximo 10 artículos"?  No creo.

III
Y así, como no somos noruegos, irrespetamos la hora tope para la música a todo volumen, o llevar al perro a cagar o mear en el estacionamiento, o nos montamos en la camioneta en cualquier punto de la vía, comemos en el Metro o como buen motorizado nos tragamos la luz o la flecha.

IV
Lo más triste de todo es que en Venezuela hay tantas leyes que ni siquiera los abogados saben exactamente cuántas son.  Ya se que no le estoy diciendo nada que usted no sepa, sufra o - y me perdona - haga.

V
No somos noruegos.  ¡El coño de la madre!

lunes, 12 de agosto de 2013

El Arca Criolla: Relatos sobre animales de Venezuela.

En el año 2005 una fundación con proyectos editoriales me solicitó un libro sobre animales de Venezuela.  Luego de semanas de trabajo, especialmente en las vacaciones de navideñas, para febrero de 2006, 70 cuartillas y 100.000 caracteres estaban listos para iniciar el proceso de edición.  Pero en 2006 no hubo recursos para el proyecto, ni tampoco en 2007, ni en los años sucesivos.
Fue así como el texto se convirtió en un proyecto editorial al cual empezamos a buscar un financista a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación.  Este esfuerzo nos tomó varios años hasta que en 2012 aparecieron los recursos para llevarlo adelante.
Entonces, reajustamos el texto que guardábamos celosamente desde 2006, actualizamos datos e información, e involucramos a un gran equipo para culminar exitosamente el proyecto de El Arca Criolla. Relatos sobre animales de Venezuela.  Contactamos a 16 profesionales de la fotografía quienes aportan 50 obras en las 76 páginas del libro.  Ubicamos a 7 lectores: Anita Reyna, educadora, fundadora y actual Presidente de Fundación Tierra Viva; la amiga y escritora Adriana Villanueva; Jon Paul Rodríguez, Investigador del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, fundador de Provita y reconocido especialista en la conservación de la diversidad biológica; Alejandro Álvarez, educador ambiental, el doctor Hernán Pifano, Mary Luy, lectora, comunicadora y hermana del autor y Jorge Manuel González, entomólogo y hermano del autor.  Además contamos para la corrección de estilo con Berna Pizani.
Con este libro nos hemos planteado tres objetivos.  En primer lugar sumar herramientas a las acciones de educación ambiental que viene realizando Fundación Tierra Viva desde hace 20 años, aportando información, junto con la promoción de reflexiones y acciones a favor de nuestro ambiente.  En este libro se contribuye al conocimiento de nuestra rica fauna, diversa y particular, la cual constituye uno de los componentes que nos ubica como uno de los países megadiversos del mundo, así como a entender la importancia de su conservación, la responsabilidad ciudadana para evitar algunos problemas que la afectan y la relevancia de este componente de la biodiversidad para la calidad de vida de los venezolanos.
Un segundo aspecto es contar historias menores de la investigación científica de Venezuela que muestran el aporte de personas, investigadores, universidades y organizaciones no gubernamentales para conocer y conservar la fauna venezolana y a través de ellas rendir un homenaje a un grupo de venezolanos, hombres y mujeres que, pateando el país, en el sol o el frio, en mares y montañas, han dedicado parte de su vida a descubrir especies y conocer su status, y así aportado estrellas para el orgullo nacional; se trata de hablar de gente que en general no han sido reconocido lo suficiente.
Un tercero, pero no menos importante objetivo para Fundación Tierra Viva es la generación de recursos para seguir desarrollando sus proyectos con comunidades warao, productores de cacao, emprendedores de toda venezuela, así como para docentes y estudiantes.
El Arca Criolla es un libro escrito con base al conocimiento científico, pero su contenido ha sido expresado en 30 relatos breves en prosa organizados en 8 capítulos.  Por ello creemos que puede ser grato para un amplio público; cualquiera interesado en conocer aspectos de nuestra riqueza animal, sus características notables y curiosas, las conductas sorprendentes de alimentación o reproducción, los animales introducidos, propios o migratorios, aquellos abundantes o amenazados.  También es un libro para quien quiera conocer sobre cómo fue el proceso de descubrimiento de especies de, por ejemplo, mamíferos, aves, reptiles que sólo se encuentran en el país.
Finalmente deseo que cualquiera que se acerque a El Arca Criolla disfrute mientras conoce otro pedazo de la historia de Venezuela
Alejandro Luy
www.tierraviva.org / @TierraVivaVzla / @ElArcaCriolla / Facebook TierraVivaVzla
Para información sobre cómo adquirir el libro escriba a info@tierraviva.org