domingo, 25 de agosto de 2013

No somos noruegos. Alejandro Luy

I
Mi hija me pregunta por qué la piscina de la villa en el oriente de Venezuela donde fuimos a pasar unos pocos días a  modo de vacaciones está rodeada de rejas.
Le explico que no estamos en Noruega (cada vez que quiero destacar el funcionamiento de las instituciones, los ciudadanos y la democracia como un todo, me refiero a Noruega) donde la gente cumple sus deberes y puede ejercer sus derechos, y entiende que si en un cartel dice que la piscina está abierta de 9 am a 8 pm, entonces no la puede usar fuera de ese horario.  No importa si está rascao, o está cumpliendo 50 años, o se lo dijo el tarot:  no se puede usar.
Como no estamos en Noruega, hay que poner un candado para que jóvenes o adultos, mujeres, hombres o grupos de LGBT no puedan acceder a la piscina.

II
Días antes de la salida de vacaciones me dirijo hasta un supermercado y - por motivos de tiempo - escojo las 10 cosas imprescindibles del momento (incluyendo papel tualé, que milagrosamente había) a fin de hacer uso de la caja rápida.  
Delante de mi un muchacho, con un carrito y 13 productos.  La cola avanza lentamente y le dijo "jovén, allí tienes más de 10 artículos".  Eran 13.  El no me contestó.  Siguió en la cola.  Llegó a la caja. Por delante de él circularon varios empleados del supermercado sin ver nada.  El cajero marco los 13 artículos del joven en la caja que era para un máximo de 10 artículos, como decía el cartel que precedía a la caja y al cajero.
No pasó nada.  ¿Tendría yo que decirle al cajero que parte de su trabajo es hacer cumplir la instrucción grabada en el vendito cartelito de "máximo 10 artículos"?  No creo.

III
Y así, como no somos noruegos, irrespetamos la hora tope para la música a todo volumen, o llevar al perro a cagar o mear en el estacionamiento, o nos montamos en la camioneta en cualquier punto de la vía, comemos en el Metro o como buen motorizado nos tragamos la luz o la flecha.

IV
Lo más triste de todo es que en Venezuela hay tantas leyes que ni siquiera los abogados saben exactamente cuántas son.  Ya se que no le estoy diciendo nada que usted no sepa, sufra o - y me perdona - haga.

V
No somos noruegos.  ¡El coño de la madre!

1 comentario:

Anónimo dijo...

sr alegandro algun dia muy lejano pero muy lejano seremos cuidadanos y no sera necesario poner rejas al menos eso espero