domingo, 7 de marzo de 2010

Cosas que usted puede hacer en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía


Todos los amigos y familiares que han llegado a Venezuela luego de los múltiples y crecientes arreglos realizados al Aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía no hacen sino sorprenderse.
La norma común es decir: “que bonito está el Aeropuerto”. Desafortunadamente sobre el servicio de inmigración y aduana, los comentarios dependen de una ecuación con múltiples variables independientes incluyendo la hora del vuelo, el sitio de procedencia, el humor del (de la) funcionario (factor que ha de multiplicarse por el número de funcionarios asignados al servicio), si hace frío o si llueve.
Personalmente, debo reconocer otras cosas maravillosas que, intencional o accidentalmente, el servicio del aeropuerto brinda a todos quienes lo utilizan. Si usted no ha viajado recientemente fuera del país, le cuento algunas de esas cosas que usted puede hacer en este lugar tan especial.
Todos sabemos que los aeropuertos son la tabla de salvavidas a la hora de comprar el regalito que se olvidó. También estamos conscientes de que el Duty Free, aun sin impuesto, no suele proporcionar las mejores ofertas. Pues bien, en el Aeropuerto Internacional ahora usted, mientras chequea su equipaje puede comprar un CD quemado, pero con buena presentación, de su cantante favorito, o mejor del cantante favorito de la persona a quien usted piensa regalarle. Es una sensación única pedir que te agreguen las millas mientras escoges entre Chino y Nacho, Simón Díaz o Daddy Yankie.
Por otra parte, nuestro principal aeropuerto internacional es como una especie de “guarimba” donde uno se refugia en la ilegalidad, sin que haya mayores consecuencias. Un ejemplo de ello es que, conviviendo con las autoridades civiles y militares, están los “gestores” (así los denominan los mensajes por los parlantes) quienes ofrecen sin ningún tapujo cambiar euros o dólares, imagino que a una tasa distinta a la oficial que es la que encuentra en las casas de cambio. Esa gestión, así como que yo anuncie en este blog el valor del dólar paralelo, está sancionada en la Ley, pero – como decía – el aeropuerto es la guarimba y allí quedamos libres de ser atrapados.
Una última cosa que usted puede hacer mientras espera que salga su vuelo, es probar los abrigos que ha de usar en Europa, Estados Unidos o Rusia en el más fuerte invierno. Por una extraña razón (¿será algo de fisicoquímica?) en la época de mayores temperaturas y mientras hay un control de la energía, el frío polar se ha instalado en el aeropuerto internacional.
Lo que si no va a encontrar en Maiquetía, es acceso inalámbrico gratuito de internet. Allí, en medio del país rico y socialista, usted si quiere wi-fi tiene que pagarlo, no como en los aeropuertos capitalistas de Bogotá y Lima donde la cosa, curiosamente, es gratis.

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