viernes, 1 de mayo de 2009

La otra pandemia


A pesar de que el término pandemia, definido por el DRAE como “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”, está referido al contexto médico, bien podría aplicarse a otros ámbitos al momento de hablar de sucesos que tienen un efecto global.
Basado en esa estructura de pensamiento yo estoy convencido de que no es una sino tres las pandemias a las que estamos siendo sometidos los habitantes del mundo.
La primera, empezó hace ya casi un año y es la pandemia de la crisis económica mundial, que tuvo sus inicios en países del primer mundo pero que poco a poco fue extendiendo, y sigue haciéndolo, por casi todas las regiones del mundo. Bancos y aseguradoras quebradas e intervenidas, ayuda financiera a empresas de automóviles, aumento del desempleo, disminución de las remesas desde Estados Unidos y Europa a países de Latinoamérica y con ello disminución del ingreso de muchas naciones, reducción del consumo de petróleo y subsecuentemente caída del precio de “oro negro” son algunas de sus consecuencias. Hasta suicidios nos trajo esta pandemia.
Hace apenas dos semanas nos llegó a segunda peste: la porcina, que ya ha sido rebautizada como la AH1N1, “porque el virus es cada vez más humano y cada vez tenía menos que ver con el animal” según explicó Dick Thomson de la Organización Mundial de la Salud.
Empezó en México, en la capital, en lo más urbano, y ya saltó fronteras transoceánicas. Casos dudosos, confirmados o muertes están presentes en decenas de países incluyendo Estados Unidos, Inglaterra, Australia, España, Perú, Colombia, Chile, Alemania, Israel, Suiza, Brasil y Venezuela.
La pandemia AH1N1 ya llegó a nivel de alerta 5, y el próximo paso – que parece inminente – es subir al tope de emergencia, y desde allí causar muertes y millonarias pérdidas en todo el mundo. Pero, mientras la pandemia ex – porcina camina hacia la cima de peligrosidad está dejando tras su paso la otra pandemia: la de los correos electrónicos con información, recomendaciones, alertas y guasas sobre el tema.
Desde porky pig tirándose un peo ante sus amigos de caricatura, hasta un video de un profesional de la medicina visible en youtube, llegan en los mensajes de amigos, colegas o de gente absolutamente desconocida, interesada siempre en llenarnos los buzones de correos personales y de trabajo.
Mi temor no sólo es que la pandemia AH1N1 se desate definitivamente y llene el mundo de muertes en el 2009, sino que con este proceso se incremente el número de correos que tratan de ayudarnos a vencer la pandemia, a costa de nuestra capacidad de almacenamiento en el gmail.
Por lo visto este año será de pelea contra estos tres jinetes del Apocalipsis. ¿O serán otras las peores amenazas de estos tiempos?

Alejandro Luy
Nota al margen: Tengo al menos un amigo (¿me estará leyendo ahora?) que en nuestros años universitarios reconocía a los encapuchados de la UCV por su valor a enfrentarse con bombas molotov y piedras a la Policía Metropolitana. Imagino que hoy el debe sentirse orgulloso de que gente con permiso y sin capuchas, se enfrentan (¿?) a la policía que actúa contra jóvenes y viejos igual o peor que en los años 80. Me queda la duda si ese es el sentimiento que le embarga, pero mejor no le pregunto para no comprometerlo.

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