viernes, 26 de septiembre de 2008

El stress le sienta bien


Las primeras imágenes, y las segundas y las terceras, que fueron las únicas que pudimos ver en más de un año habrían conducido a cualquier nutricionista a la misma conclusión: el tipo tiene sobrepeso.
Porque una cosa es medir casi dos metros, y por ello tener un peso proporcional, y la otra es ser un gordo, con todo lo que eso implica.
Ese era Alejandro Antonini cuando lo vimos en la filmación de las cámaras del aeropuerto de Buenos Aires o en la foto al lado del gobernador de Cojedes. De allí que al hombre de la valija con los 800 mil dólares le empezamos a llamar, como si se tratara de un primo, “el gordo Antonini”.
El año que pasó, “el gordo Antonini” tuvo demasidas actividades con ciertas cargas de stress. Primero tratar de salirse del paquete, luego negociar con el FBI, después hacerse pasar por hombre preocupado ante los emisarios del gobierno venezolano, y por último traicionar a sus amigos y conducirlos a las trampa, es decir a la cárcel en los Estados Unidos. A todo ello habría que sumarle la imposibilidad de salir con sus Ferraris, ni ir a cenar en sus restaurantes favoritos, ni salir de viaje fuera de los Estados Unidos. Casa por cárcel, pues.
Antes de su re-aparición, hace 5 días atrás, ya se comentaba que la fuerte presión sicológica y emocinal habían hecho que “el gordo” perdiera peso. Y en efecto, tan pronto apareció caminando junto a su abogada el primer comentario fue “guau, está mas flaco Antonini”. Los botones del saco no amenazaban con salir despedidos a consecuencia de la presión ejercida por la barriga.
Y a la salida, caminó su elegancia y su nuevo estado físico hacia un Jaguar negro.
Definitivamente, a Antonini el stress le sienta bien.


26 de septiembre de 2008

1 comentario:

Adriana Villanueva dijo...

Además de perder unos cuantos kilos y verse ya no gordo, sino papeado, el estrés de Antonini le dio un corte de pelo de barbería fina y un traje no de Montecristo, distancia y categoría, sino de Armani o Hugo Boss, que ojalá que todos los venezolanos nos pudiéramos estresar así.