domingo, 24 de agosto de 2014

Lo de Aporrea no es oposición

I
A finales de julio Wladimir Villegas le preguntó a Gonzalo Gómez, Coordinador Nacional de Marea Socialista y fundador de Aporrea.org si en ese portal se censuraba a la oposición.  Demostrando sus habilidades para comunicación, es decir sin responder si o no, dijo que allí sólo tenían cabida escritos de quienes apoyan el proceso revolucionario.  Es decir, censuran a la oposición.  Yo lo comprendo, pero era más honesto decir simplemente sí a la pregunta del periodista.
Sabemos además que las "noticias comentadas" de Aporrea sobre la oposición están alineadas con VTV o TeleSur. Dulces coincidencias.
II
Hace más de un año, cuando comenzaba el período del nuevo presidente, que fue elegido en gran parte por gente que atendió el mandato de quien califican como "El Gigante", muchos chavistas se burlaban diciendo que Aporrea era el portal preferido de la oposición, dado la profusión de artículos críticos que empezaron a surgir.  Claro, en ese momento sólo se trataba de la revolución dentro de la revolución.
III
Nicmer Evans, a quién han censurado directa e indirectamente desde que empezó el gobierno de Maduro, mantiene la misma fe de las mujeres que por distintas razones persisten compartir su vida con un misógino, llegando a justificar sus golpes, cuando escribe en Aporrea.  Su artículo "Guerrero del teclado" dedica tres párrafos al maltratador (los peos internos del PSUV, incluyendo la actitud de sus dirigentes ante cualquier palabra disidente), pero busca unas líneas, el cuarto párrafo, para hablar de los problemas de la oposición.  "Pero yo se que tu me quieres, y aun estoy aquí para ti" suelen decir muchas mujeres abusadas por sus parejas, algunas antes de fallecer.  Eso fue lo que hizo Evans con su párrafo cuarto.
IV
Y Ronald Denis escribe para Aporrea "La coñodemadrada de la ausencia de medicinas"; y Maryclen Stelling se pregunta, posiblemente mientras escuchaba a Rocío Jurado, "¿Se nos rompió la magia?".
V
Hoy, 24 de agosto de 2014  Aporrea es el portal para desmarcarse de los demonios sin ofender al Gigante.  Es un confesionario donde los feligreses del Gigante señalan los pecados, mas los de los otros que los propios, pero eso no será por mucho tiempo.
Ya leeremos ataques más directos al gobierno, y se terminarán de definir.  Y vociferarán "Maduro no es Chávez". Y expulsarán a los de Marea Socialista del PSUV.  Y se le acabarán los dos anuncios gubernamentales.
Y a partir de allí, será cuando Aporrea reconocerá que si publica artículos de la oposición.

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