domingo, 27 de noviembre de 2011

Que vengan muchos y más a menudo


Bueno si, porque hay que negarlo si es evidente. Ya que vienen los mandatarios de todo el continente a la Cumbre del de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el gobierno ha empezado a limpiar, arreglar y adornar las calles y demás espacios públicos.
Claro, la gente señala – y con razón - que las mejoras son solo en las vías por donde han de pasar los visitantes y se tratan de pañitos calientes, de puro maquillaje, como tantas veces ha ocurrido cada vez que uno o varios presidentes y gobernantes de otros países tocan en esta tierra de gracia. Están, como dice la vieja expresión, “barriendo por donde pasa la reina”.
Por supuesto la gente lo que sugiere es la necesidad de un programa de mantenimiento rutinario, y así, cuando vengan los importantes visitantes internacionales, lo único que tendrían que hacer es poner las banderitas. Pero yo creo que eso es mucho pedir, y como soy pragmático prefiero alabar esta acción puntual y dar unas sugerencias para que todos nos veamos beneficiados.
Fundamentalmente creo que debemos invitar mensualmente a uno o varios presidentes, primeros ministros, reyes, reinas, príncipes o princesas, para que en cada oportunidad le den la limpiadita a la parte de la ciudad por donde pasarán. Mientras más gente venga, más mantenido estará el país.
Para cada visita, las autoridades podrían hacer una encuesta con la finalidad de que los ciudadanos indiquen cuáles parroquias, monumentos, plazas, calles o avenidas deben ser acondicionadas. Por ejemplo, yo podría pedir que durante la reunión de CELAC, Cristina Fernández se pasee por La Candelaria, para que visite la Plaza y entre a la Iglesia a colocarle una velita al Dr. José Gregorio Hernández, importante en estos tiempos tanto en lo político como en lo espiritual. Así seguro que limpiarán la Plaza, sacarán a los buhoneros de la zona y quitarán el mugre de las aceras, cosa que no se hace – quizás – desde la primera visita de Juan Pablo II. Por unos días quienes allí viven y trabajan serán felices.
Pero no se trata solo del mantenimiento de la ciudad ya que mi propuesta puede tener beneficios en otros aspectos de nuestra vida diaria. En esto un factor importante es la escogencia de los hoteles donde pasarán las noches. Las autoridades deben considerar alojar a los distinguidos convidados en la más amplia variedad de hoteles, ubicados en toda la ciudad o estado. Dado que cada uno requerirá la más alta protección policial, acto seguido la zona donde se aloje presentará un incremento en la seguridad, y la gente podrá salir, al menos una noche, a caminar sin sentirse amenazado.
Si todo esto llegara a implementarse, los ciudadanos comunes le daremos más valor al trabajo de la Cancillería. Buena parte de nuestra esperanza y felicidad estaría unida a frases como “el Gobierno Nacional hizo una invitación al Presidente de la República X para que visite el país” o “en Marzo se celebrará en Maracay la Cumbre de los países que organizan Cumbres y no quieren pasársela de Cumbre en Cumbre”. Música para nuestros oídos.
Invito a todos a apoyarme y dejar de quejarse porque generosamente el gobierno limpia nuestros espacios públicos cuando alguien viene a casa. ¿Acaso no es lo que hace Usted en la suya?

Alejandro Luy
27 de noviembre de 2011

martes, 22 de noviembre de 2011

Kico Bautista: es el imprinting


I
Un pato se comporta como un pato, entre otras cosas, porque cuando sale del huevo está su mamá pata, a la cual el va a seguir e imitar, por puro instinto. Eso, al ser descubierto por etólogo Konrad Lorenz, fue llamado “imprinting”.
En el año 2000, con motivo de la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional, yo introduje el concepto de “imprinting político” para explicar el comportamiento de estos hacia los diputados de los partidos que eran minoría (que puede leer aquí).
II
Una vez que Kico Bautista manifestó su discrepancia a la acción de Diego Arria contra el Presidente Chávez en la Haya, se encontró en el TT del twitter por la andanada de agresiones, descalificaciones, insultos que le propinó una buena parte de los twitteros venezolanos, identificados – furibundamente – con la oposición. Era obvia la molestia de Kico porque las palabras que le enviaron surgían de los intestinos, no de la razón.
Kico, así como en el 2000 descubrí el porqué de la conducta de los nuevos diputados, creo que en esta ocasión he hecho lo propio al darme cuenta de que esta reacción en la red social no es otra cosa que un nuevo tipo de imprinting.
Hay que entender que después de 13 años de pura polémica y casi nada de discusión argumentativa, de 13 años de programas de televisión dedicados a menospreciar al que no piense como yo, de 13 años de (des)calificativos y epítetos de lado y lado, la gente está formada para atacar tus ideas desde la tapa de la barriga, desde los intestinos y no desde el cerebro, nos puedes esperar algo políticamente elaborado. ¿Qué puedes esperar de los twiteros de un país donde la gente hizo guardia en sus edificios para evitar que las hordas vinieran a invadir y el canal del estado transmite grabaciones obtenidas de manera ilegal? Después de 13 años no puedes esperar que nuestros twiteros sean Mandela.
El imprinting no es justificable, sólo entendible. Por eso un pato es un pato.


Alejandro Luy
22 de noviembre de 2011

Imprinting político


I

El término no tiene traducción precisa al español y fue acuñado en 1937 por el etólogo Konrad Lorenz en su artículo "The companion in the bird´s world" publicado en la revista Auk. Este investigador se encargó de incubar huevos de gansos, asegurándose de que la figura que vieran los polluelos en sus primeros momentos de vida fuera su humanidad. Inmediatamente los gansitos le seguían y asumían a Lorenz como su madre. A esta forma de aprendizaje que sólo puede ocurrir en un breve "período sensible" posterior al nacimiento y que además tiene un carácter irreversible se le llamó imprinting.

Sucesivas investigaciones demostraron que el imprinting está presente es otras especies de aves como patos, faisanes y pollos, pero también en insectos y mamíferos. Posteriormente, este comportamiento descubierto por Lorenz fue denominado imprinting "filial", en contraste con el imprinting sexual descrito en años posteriores y el imprinting político que hoy yo, biólogo de profesión, me dispongo a acuñar.

II

La mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional son -política y etariamente hablando- señoras y señores jóvenes. Cuando salieron de su cascarón y levantaron sus cabezas consiguieron ante ellos a quienes se convertirían sus referencias, guías de pensamientos y desempeño. Modelos a seguir. Padres políticos, y no precisamente porque fueran el progenitor del cónyuge.

Encontraron a un partido Acción Democrática que fue mayoría aplastante durante los últimos 40 años de la IV República, y a un Copei que les acompañó en el levantamiento de manos cuando era conveniente (para ellos, se entiende). Poco le importaban las opiniones y quejas de los partidos minoritarios que se sucedieron en el Congreso desde 1959 hasta 1993: Partido Comunista, URD, MAS, MEP, MIR, Causa R y Patria Para Todos, entre otros.

Por eso, así como los gansos seguían a Lorenz, los asambleístas del bloque oficialista caminan tras las bases y actitudes que una vez enarbolaron los llamados partidos tradicionales.

Mis estudios de etología política me han llevado a la firme convicción de que no es "mala gana" la burla de estos diputados ante el disenso de algunos grupos de la sociedad civil o el menosprecio hacia los comentarios de la gente del Movimiento Primero Justicia. Sólo se trata de instinto básico. Imprinting político. Aprendizaje que no se puede revertir.

Lo anterior aclara la utilización del método de la aplanadora para imponer sus criterios y abortar cualquier amago de discusión. De allí que entiendan la Constitución de la manera que les resulta más útil. ¿Cuál otro motivo podría tener la bancada oficial con mayoría en el parlamento para hablar de democracia participativa y al mismo tiempo conformar una comisión de 15 diputados (más seis no diputados) para postular -imponer puede ser sinónimo en estos tiempos- al fiscal, contralor, defensor del pueblo y los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia? Sólo el imprinting lo puede explicar.

Gracias a este comportamiento natural, sería comprensible que uno de estos días, ante un hecho significativo que amenace con cambiar la vida del país, algún asambleísta de la mayoría oficialista pida la palabra y clame en el hemiciclo: "muerte a los... enemigos de la revolución".

Alejandro Luy

Publicado en el diario El Nacional, Noviembre 2000
Ilustración: Rogelio Chovet