domingo, 27 de diciembre de 2009

Frases 2009


Lo que sigue no pretende ser un artículo.
Tiene más un fin de recordatorio, de cosas que escribí, que leí o escuché.
Regalos de la vida.
Lamentablemente no empecé a sistematizar con tiempo, así que no estarán todas.
No todo es en positivo, y por eso coloqué dos emblemáticas frases porque creo que la vida es contraste.
Les invito a nutrirse de las cosas positivas, inteligentes y sabias, sin dejar a un lado las reflexiones (y los contextos) de ciertos personajes, que quieren dar la sensación de "que injusta es la vida conmigo".
Empiezo con la genial caricatura de Rayma Supriani (http://www.rayma.com.ve/) a propósito de la selección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos 2016.
Espero que sean útiles.

Las mías

* Amig@s: externalidades positivas de la vida
* La vida es un experimento donde ninguna variable está controlada
* Huellas que dejaste entre la cama y el techo. Perfume que aún me impregna. Amor que no se ha ido. (Extracto de un poema Sin título escrito el 31 de octubre de 1985).

Las de otr@s
* Buen viento, buena mar (Un buen deseo de mi amigo Jaime Cárdenas de Colombia)
* Sueña, escucha, grita, observa, juega, ama. (Las recomendaciones de mi amiga Janeth y su hijo Axel para la navidad y el 2010).
* Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida (Salmo 23, un regalo de mi amiga María Mercedes).
* Todos estamos llenos de defectos (Una amiga de mi amiga Elena, en un contexto más amplio. Tan simple pero tan real).
* Ahora puedo dormir casi en cualquier parte. Incluso en este cuarto, sobresaturado aún del perfume del último huésped. (Extracto de De paso (Dedicado a mis amigos viajeros) de Verónica Flores).

Para cerrar, dos joyitas
* Yo no quiero peos, lo que quiero es paz (Palabras por teléfono de un cretino que ha vivido, desde su pequeñez intelectual y sus complejos de inferioridad, escoñetándole la vida a la gente que lo rodea, y que ahora se revuelve en su oscura miseria humana)
* Dios dame fuerza en este momento para seguir adelante (De un buen creyente al que su esposa lo encontró en su cama con una caraja. Dios da pa´todo)

sábado, 26 de diciembre de 2009

Tres historias de princesas y sapos


Historia Nº 1.
Parte de la historia tradicional, la mil veces escuchada, la que dio origen a todo. Una bruja hechiza a un príncipe y lo convierte en sapo. Sólo un beso de amor podría revertir tal maleficio. Ya no me acuerdo como, pero una joven mujer se entera del cuento, consigue su sapo, lo besa y luego obtiene su príncipe. Allí queda la historia oficial. Luego se ha sabido que el príncipe y la princesa no tuvieron lo que se llama un final muy feliz. El engordó y apoyado en sus riquezas se volvió patán y mujeriego. Ella por su parte, también se hizo vieja, y frígida y gorda. Pero a nadie le interesó esa parte de la historia. El fracaso no tiene cabida en los cuentos de hadas.
Historia Nº 2.
Debió nacer de manos de un de esos cuenta cuentos que interpretaron como su principal función cambiar las fábulas hasta ahora oídas, es decir, hacer cuentos reaccionarios, que poco a poco se volvieron tan predecibles como los que estos buscaban sustituir. Pues esta vez la princesa, escuchó la historia del sapo que realmente era un príncipe embrujado y procedió a besarlo. Pero el maleficio fue mal entendido. Al ella poner sus labios en la fría piel del batracio, en un instante se convirtió en sapa, o sapo hembra, porque las ranas son otra cosa. De allí en adelante, su vida se limitó a un pantano, a sentir el abrazo que la estimularía a depositar sus huevos para que, en el agua, fueran fertilizados por la pareja del momento. No hubo castillos rosados, sólo pura y simple biología reproductiva.
Historia Nº 3.
Ella besó un sapo por pura curiosidad de saber lo que sintió aquella princesa. No esperaba cambio alguno en la anatomía del anuro. Al hacerlo, aquella fría y rugosa piel le causó un grato escalofrío en toda su mamífera piel. Sintió en ese momento el goce que nunca le había proporcionado un hombre, con sus caricias torpes y sus babosos besos. Y así fue buscando y besando sapos; animales que se convirtieron en fetiche. Ahora ella, a diferencia de las otras, besa sapos para darse placer.
Alejandro Luy
© Nojile. 4 de febrero de 2006.

Ilustración: Rogelio Chovet

domingo, 20 de diciembre de 2009

El artista

Lamento si el tema no está acorde a este espacio, pero no tengo remedio, hoy debo escribirlo. Me veo en la obligación de compartir con ustedes el descubrimiento de este virtuoso que hoy pasa desapercibido, pero que pronto destacará en las carteleras del mundo.
Es que yo no había visto nada igual en toda mi vida; nunca nadie fue tan competente en tan corta experiencia teatral. Sólo 5 años y las cualidades histriónicas sólo pueden ser comparadas a las de Robin William, Jack Nicholson o Robert De Niro y su talento musical ya se orienta a emular a Pavarotti o Plácido Domingo.
El escenario estaba lleno. Todos vestían de camisas rojas aunque no se trataba de una convención del MVR ni el escenario era la Vicepresidencia de la República y mostraban sus ansias por el espectáculo. Aplaudían, hablaban, se mostraban nerviosos ante el retraso.
Y de pronto llegó el artista, acompañado de sus colegas. Ya allí, vestido con una batola blanca, con mangas y lacito en el pecho de color azul, empezó su interpretación:
Ni ño lin do, ante ti me rin do, ni ño lin do, eres tu mi dios, ni ño lin do, ante ti me rindo, ni ño lin do, eres tu mi dios.
Aplausos y luego: din din din, es hora de partir, din din din, camino de Belén. Para finalizar el burrito sabanero. Era de esperarse un sostenida tanda de aplausos, bravos y de ¡otra!, ¡otra!
Es que Sebastián se destacó desde su más tierna infancia. Comenzó a los 4 meses interpretando el Niño Jesús en el nacimiento viviente de la escuela de sus hermanas. Asumió su papel plenamente: durante la escena no lloró, ni pidió teta, ni se hizo pupú, pero tampoco se durmió. Desde allí supe que el niño tenía futuro. Los otros padres y madres me lo decían con sus caras de envidia.
Un par de años más tarde, él y su hermana Sophia, fueron las co-estrellas cuando interpretaron un par de ovejas de los pastorcillos que llegaron al pesebre. Allí Sebastián, el artista, fue una oveja estelar, con un berreo digno de Dolly, una piel de un blanco sólo comparable a la nieve de las montañas donde vivían Heidi, con su abuelo, Pedro y sus ovejitas.
Todo esto le llevó a un reto mayor como fue la interpretación de un reno de San Nicolás. Pero ese año la producción presentó graves deficiencias lo cual incidió en el desempeño de Sebastián. Nunca le aclararon si el era Rudolfh o Prancer, por lo que fue casi imposible meterse en el papel. Sin embargo, su imagen, sus caramas y su piel, fueron apreciadas por los asistentes.
Sebastián, este excelente artista de 5 años, que a mis ojos ha demostrado un destacado desempeño a pesar de su corta edad, ya está evaluando varias propuestas para el año que viene. De plano ha descartado el de buey, pero está estudiando a profundidad los guiones de los personajes de San José, el ángel Gabriel y el rey mago Melchor.
No importa el que escoja, la interpretación del artista será motivo de orgullo para su padre.
Alejandro Luy
Artículo publicado en el diario El Mundo el 18 de diciembre de 2003


Nota: En este 2009 Sebastián interpretó el papel del Mago Melchor. Feliz navidad a tod@s.

Fotos: los tres Reyes Magos de 2009 y Sebastián con su amigo Daniel


Amig@s: externalidades positivas de la vida. A. Luy.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Ya no hay hombres…


Apenas escuché las primeras estrofas del himno favorito de las mujeres, el cual ellas empiezan a interpretar los 27 y no paran hasta varias décadas después, agradecí tener a mano la laptop cargada de música y mis audífonos extra-aislantes.
Y la suerte fue mayor porque estaba en el propio nido de cuaimas, rodeado por tres de ellas: la antesala de un consultorio ginecológico. El entorno entonces era favorable para que se explayaran en el canto lastimero y al mismo tiempo acusador, aprovechando que la única presencia masculina era yo.
La orquesta la empezó a dirigir la morena de unos 45, cuando arrancó con “en este país ya no hay hombres…los que hay están casados o son homosexuales”. Supongo que el lugar no le permitió decir, de una, “maricos”.
Al instante, la otra cuarentona más joven y la que aparentaba más bien unos 50 asintieron y le hicieron el coro. “Si vale yo no sé lo que pasa; parece que le tuvieran miedo a uno”, dijo la de 50, mientras que las otras seguían con el sube y baja de la cabeza.
“Fíjate yo lo que quiero tener es un muchacho y no encuentro quien...” Y en ese momento notó mi presencia la morena de 45, y creo que recogió un “me haga el favor”, el cual sustituyó por “esté interesado”. Acto seguido se inventó que el esposo de una amiga le echaba broma con eso, que él le hacía el favor, pero finalmente la preñez no había llegado.
Antes de abrir el bolsillo del morral, buscar los audífonos, escoger un disco de Fito Páez y echarlo a andar, me vi atrapado por esta letanía que ya la he escuchado demasiadas veces a manera de confesión de las mujeres: “en este país no hay hombres…los que hay están casados o son maricos”.
Una vez aislado gracias a la música, empecé a imaginarlas a cada una en su real realidad que ocultan bajo la frasecita que transfiere la responsabilidad a un país falto de hombres solteros. Podría apostar que a la cincuentona más de un “carajito” de 30 ó 35 se le ha acercado, y ella – posiblemente escarbando en la formación de las monjas o el qué dirán – habrá salido huyendo por la derecha con “esto es una locura”. Claro luego en su soledad, y en la ausencia de caricias y felicidad, lanza la estrofa “aquí no hay hombres y los que hay están casados o son maricos”.
Por otra parte me cuesta pensar que la de 45, al querer tener un muchacho, ignora que con seducir al primer hombre que le parezca atractivo, soltero, casado, joven o viejo, amigo o desconocido, y sin condón (camisinha, preservativo, cosito) de por medio lograría su objetivo de vida. ¿Acaso ella no sabe que los hombres somos básicos? Estoy seguro de que el esposo de la amiga del cual hablaba le ha dicho varias veces “vamos a darle”, a lo cual ella ha respondido: “ay no, es que tu eres el esposo de mi amiga”. Claro, en el consultorio o en la reunión de amigas, o en el bar, la excusa es la otra: “no hay hombres…están casados o son maricos”.
Al final, la declaración no es otra cosa que la manera de las mujeres de construir sus cordilleras para hacerse cada día más el difícil ejercicio de ser feliz. Una cadena montañosa elevada pensando en rodearla con el futuro feliz, en vez dedicarse la felicidad cada hora, cada día.
“Y a rodar, y a rodar y a rodar mi vida; y a rodar, y a rodar y a rodar mi amor
Yo no sé donde va mi vida, yo no sé donde va, pero tampoco creo que sepas vos”
En un ambiente como ese, Fito suena mucho mejor.


Alejandro Luy
13 de diciembre de 2009

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Como el mentol chino


Si existe algo infalible contra cualquier dolencia o enfermedad es ese producto genérico denominado mentol chino. Recuerdo que cuando no existía el TV Market en Venezuela en todas las camioneticas de Caracas uno se encontraba un señor - generalmente nacido fuera de nuestras fronteras - que ofrecía el producto de la cajita de latón roja con letras negras.

Golpes, mentol chino, dolor muscular, mentol chino, congestión nasal, mentol chino, barros y espinillas, mentol chino, para hemorroides, juanete, pie de atleta, sarpullidos, culebrilla, pecho trancado, orzuelo, herpes, estrías, dolores de cabeza, estaba el mentol chino. Además era baratísimo. Lo único comparable, hasta ahora, con el mentol chino es la crema cero para atender el culito irritado y la pañalitis de los bebé.

Y digo hasta ahora porque si usted se lee la exposición de motivos del Decreto con rango, valor y fuerza de Ley de Metrología, mediante el cual Venezuela resta 30 minutos a su hora oficial a partir del próximo domingo 9 de diciembre, se dará cuenta de que esto será tan beneficioso para la calidad de vida de los venezolanos (si, también para las venezolanas) como el mentol chino. "Con el cambio de huso horario se busca lograr que la actividad diaria de la población inicie con la luz solar para un mejor aprovechamiento de esta energía en su desenvolvimiento en los ámbitos de salud, orgánicos, funcionales, intelectuales, productivos y ecológicos y alcanzar menores situaciones de riesgo y accidentes asociados a la oscuridad, así como disponer de más tiempo con la luz del sol para la convivencia familiar, social y recreativa", dice el decreto.

Continua la exposición de motivos sentenciando, "Asimismo, el establecimiento de esta medida debería traducirse en un ahorro considerable de energía eléctrica, reducción de gasto de combustibles asociados a la generación de esa energía, así como reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, lo cual deberá repercutir en una disminución importante de la contaminación ambiental y el ahorro de recursos económicos del Estado venezolano, ya que por consiguiente, habría una menor inversión en plantas de generación de energía".

Ya que entre los motivos hay algunos condicionales ("debería traducirse", "deberá repercutir"), seguramente habrá otros beneficios inimaginables. Supongo que para algunos algo bueno tendrá el hecho de que ahora a las seis de la tarde estará tan oscuro como antes a las seis y treinta o que pasemos más horas a oscuritas en la cama. Deberían haber más besos y más caricias. Así que lo felicito. Con este retraso usted deberá ser ahora más feliz.

Alejandro Luy

7 de noviembre de 2007

domingo, 6 de diciembre de 2009

Estudiar a los 46...qué necesidad hay de eso

Hay que decirlo de entrada con este oxímoron: es una consciente inconsciencia ponerse a estudiar después de 21 años de graduado. Cuando yo me convertí en un licenciado en biología después de 7 años de “estudio”, que en su momento representaba más del 40% de mi vida, quedé convencido de que no quería volver a colocar mis nalgas durante 8 horas en un pupitre de madera. “No mano, si de aquí en adelante uno va a tener que calarse algo, que al menos le paguen…lo mejor posible”, me dije.
No sé si fue la crisis de la mitad de los 40, la invitación de mi amigo Luis Aníbal o las ganas de respirar fuera de Venezuela, lo que finalmente me llevó a optar por estudiar una Maestría en Gerencia Ambiental en Bogotá, bajo un esquema “semi-presencial”, con beca de la Fundación Moore.
La vaina se veía de pinga. Tanto así que, luego de convencerme a mí mismo, escribí, para optar a la maestría y a la beca, cosas tan bellas como “mi interés es poseer nuevos aprendizajes, dar teoría a lo que he venido realizando de manera empírica en el área gerencial y conocer experiencias de personas similares de Colombia, Ecuador, Bolivia o Perú ”. Eso se lo reiteré al Dr. Rodríguez cuando me entrevistó por teléfono y a mis compañeros el día de la presentación.
Una vez aceptado, sólo se trataba de viajar una vez al mes, escuchar a los profesores, hacer las tareas y encaminarse por esta rutina poco perniciosa durante unos 22 meses. Los primeros 4 meses me hacen concluir que, sin duda alguna, mis suposiciones estaban erradas.
Es verdad, los pupitres, al menos en la Universidad de los Andes, no son de madera. Las sillas son hasta cómodas…las primeras 4 horas. Es verdad también que uno tiene “el tinto”, el agua y distintas variedad de té dentro del salón para hacer más llevadero el estudio.
Pero también están las cosas que en 1988 me habían convencido para alejarme de las aulas. Para empezar los profesores, que naturalmente nos dan sus conocimientos pero que pretenden que uno llegue a parecérseles – profesionalmente hablando - luego de escucharles por unas horas que no suman 5 días. Claro que para ello uno tiene que leerse en un cuatrimestre todo lo que ellos se han leído en 20 años.
Por supuesto que asociado a lo anterior están las calificaciones, que aquí van de 1 a 5. Enfrentarme nuevamente a este panorama, me ha hecho reivindicar nuestra máxima de bachillerato: “10 es nota, lo demás es lujo”. De esta manera queda claro que no deben imaginarme Summa Cum Laude: 3.5 como promedio y va que chuta.
Asociado a las materias y a los profesores está lo que se denomina la “plataforma tecnológica de apoyo al estudiante” que en nuestro caso se llama SICUA PLUS, pero que cuya mejor denominación podría ser “el agujero negro”. Entrar allí es ingresar a la dimensión desconocida. Yo hasta he llegado a pensar que realmente el SICUA PLUS es como el Gran Hermano de George Orwell, no existe, pero con este artilugio la Universidad de los Andes y los profesores nos mantienen aferrados a la maestría y subyugados por ella.
Yo he pedido a la coordinación de la Maestría que por lo menos permita colgar fotos en el SICUA PLUS para que se haga agradable como facebook. Podría entonces llamarse “SICUABOOK”.
Luego están las y los compañeros de clases, quienes tienen la particularidad de que no son un@s pendejos, que trabajan igual que uno, que están tan ocupados como uno y que también están dispuestos a desaparecerse, y hacerse pendejas y pendejos a la hora de los trabajos en equipo…igual que uno.
A diferencia de mis años de pregrado, el nivel de compromiso hace que las justificaciones sean más elaboradas e importantes: “es que estaba acompañando al Presidente de la Compañía en una presentación que debía hacer ante el ministro….”, “estamos en la actualidad organizando un Plan estratégico a 5 años que requiere el concurso de 5 unidades de negocio …” o “ para mi asistencia a Copenhague a la Cumbre de Cambio climático necesito negociar con el Canciller..”. ¡ Coño!
Frente a eso como uno puede defenderse; cómo le dices a Mauricio “marica el domingo no puedo hacer contigo lo de negociación porque tengo que llevar al carajito a jugar en el parque”, o le escribes a Janet. “vieja tengo que atender a mi mamá esta noche y no puedo averiguar más sobre la tarea de desechos sólidos”. De verdad que a mí me da vergüenza esbozar mis más mundanos argumentos, como ser el Gerente general de una organización no gubernamental con 5 programas y 17 personas. Como dicen los gringos: ¡peanuts!. En otras palabras me siento amilanado rodeado de tanto cuarto bate. (Nota: nótese como ya se ha empezado a internalizar el lenguaje coloquial bogotano en este servidor).
Pero sería injusto si no hablara de las cosas buenas. Y una de ella es sin duda es la cofradía de jodedores que ya se ha formado, con quienes ya se están elaborando – utilizando para ello algunos de los aprendizajes adquiridos en la carrera y los aportados por el cromosoma Y – algunos rankings de los cuáles no estoy autorizado a dar más detalles porque quizás estos puedan convertirse en alguna tesis de los involucrados.
Además, por supuesto, están las mujeres relacionadas con los rankings antes mencionados y que no sólo son brillantes en clase sino cuando bailan reagetón.
Así todo he sobrevivido al Módulo I, confiado en que los otros serán peores, pero que en algún momento se verá la luz al final del túnel. Sólo espero que esa luz no sea la de un tren que está entrando por el otro lado.

Alejandro Luy
6 de diciembre de 2009