domingo, 30 de diciembre de 2007

¿Me equivoqué?


En el mes de septiembre me atreví a predecir que la temporada de béisbol 2007-2008 no la salvaba ni la presencia de Omar Vizquel (lea el artículo más abajo en este mismo blog).
Hoy, finalizada la etapa de eliminatorias, es un buen momento para decir si mi pronóstico estuvo errado o no. Yo se lo pregunto a usted lector(a), pero les doy mis argumentos para sostener lo que dije antes de la campaña.
Es verdad que Los Caribes lograron superar los problemas legales y se incorporaron al torneo, e incluso tuvieron un excelente desempeño. Tampoco se puede negar que los Bravos de Margarita llegaron con una fuerza inusitada que atrajo a muchos fanáticos y lograron pasar a la semifinal.
Pero, aquí están los peros: Bob Abreu jugó un solo juego (porque era el último que jugaba Vizquel en Venezuela), a Miguel Cabrera le permitieron jugar unos partidos. El resto de los más famosos grandes ligas, estuvieron – como avizoré – ausentes.
Bueno Alejandro, aún no has dicho nada relevante, podrá usted afirmar. Entonces sigamos. De los ocho equipos participantes sólo tres, lograron tener más juegos ganados que perdidos. Así que, como dicen todos los comentaristas, la campaña fue muy pareja; pareja en equipos con muchas deficiencias.
Y les tengo una adicional. Desde que existe el round robin o semifinal nunca habían quedado eliminado simultáneamente Magallanes y Caracas, que, quiéralo o no, son los equipos que por su historia resultan atractivos en esos momentos. Cada uno de ellos tuvo sus particulares desastres: malas contrataciones, lesionados, problemas internos, etc.
Por eso, nuevamente le invito a sacar sus conclusiones.
Pero si hubo algunas cosas buenas y otras que lucen prometedoras. El regreso de Carlos Subero, ex - manager campeón del Caracas, que tomó a los Tiburones (eternos eliminados) en el último puesto el 4 de diciembre y hoy los clasificó a la semifinal.
La otra es que Pedrique se quedó sin trabajo, y es posible (¡ojala!) que Carlos Hernández también, y por tanto existe la posibilidad de que la Directiva de Los Leones contrate al primero para sustituir al segundo. Claro, no se si a Ariel Pratt se le ocurrirá, pero si usted lo conoce, coménteselo.

Alejandro Luy
30 de Diciembre de 2007
PS: Exitoso 2008 para ti.

No lo salva ni Omar Vizquel


Conversaba con mi amiga Adriana y llegábamos a la conclusión de que en el país todo el mundo escribe sobre los mismos temas, que por estos tiempos son Chávez (que en su caso, "estos tiempos" es del 98 pa´ acá) y la reforma constitucional.
Así que estando esos nichos ocupados, uno tiene dos opciones: o se queda callado o escribe de otra cosa. Yo escojo la segunda; aunque sepa que cualquier cosa de la que se hable no tendrá los kilates de los temas mencionados en el primer párrafo (¿o no?).
Les cuento entonces que a la calladita me he puesto a analizar lo que nos espera para la temporada 2007-2008 de béisbol profesional, y me atrevo a pronosticar que el torneo no lo salva ni la presencia de Omar Vizquel.
Se ha logrado saber que entre el 8 y el 30 de noviembre el mejor campocorto de la historia del béisbol en el mundo estará paseando su calidad defensiva por distintos estadios de Venezuela. Seguramente su presencia será tremendo atractivo, pero no será suficiente para acabar con los otros factores que rondan el campeonato.
Primero, ya hay un equipo menos, Caribes de Oriente. Por rollos entre socios, alentados por abogados, el equipo de Carolina Espada dejará guardado sus bates. Y no es que Caribes sea el gran equipo, pero uno menos es uno menos en una competencia como la nuestra. Luego nos encontramos con los ñeros, perdón Los Bravos de Margarita, divisa que antes fue Pastora de los Llanos y mucho antes Pastora de Cabimas, un equipo sin arraigo como para convocar a los fanáticos de "la isla".
Sume a esos hechos la ausencia de – al menos - 38 de los mejores jugadores de Venezuela, incluyendo Francisco Rodríguez, Bob Abreu, Ramón Hernández, Melvin Mora, Johan Santana, Kelvin Escobar, Maglio Ordoñez, Miguel Cabrera, Felix Hernández, Carlos Zambrano, Carlos Guillén, etc. etc. Ni siquiera una semana de su clase tendremos este año. Habrá gente nueva y buena, pero desconocida por la mayoría.
Cierro mis consideraciones sobre una futura mala temporada de béisbol tres aspectos del equipo del cual soy fanático, Los Leones del Caracas. Quiéralo o no, este equipo siempre marca el interés de una campaña, tanto como Magallanes. Todas ellas tienen que ver con la directiva; ninguna con los que serán los compañeros de Vizquel en su paso por los estadios en Noviembre.
La primera el manager. Ya me pareció desacertado haber salido de Carlos Subero en la campaña anterior para traer a Carlos Hernández. Ahora vuelven a contratar al ex receptor venezolano, y pienso que el futuro es oscuro. Segundo, la permanencia de Ariel Pratt, quien no saldó la cuenta de su desastrosa gestión del año pasado, luego de haber acudido dos años consecutivos a la final y ser los campeones defensores, quién sin duda tiene luz verde para repetir este año sus desaciertos.
Por último hay un asunto entre los fanáticos y el dueño de la divisa, el señor Cisneros. Y aquí se mete la política. El rechazo a la conducta de Gustavo Cisneros ante la situación de RCTV – marcada por su extraña alocución un jueves a las 8:00 p.m. – por parte de opositores y la ojeriza que le tienen los oficialistas a quien consideran un golpista, ha alejado a muchos fanáticos del equipo.
Así, yo veo muchos problemas para la próxima temporada de béisbol, y esa racha seguramente se extenderá hasta la Serie de Caribe.
Será bueno ver a Omar Vizquel en el campocorto del Estadio Universitario. Sí puede, disfrútelo. Parece que no habrá mucho más en el Campeonato 2007-2008.

Alejandro Luy
15 de septiembre de 2007

viernes, 28 de diciembre de 2007

Descubrimiento en el día de navidad


¿Cuál puede ser el beneficio de una cola en una tienda en pleno día de navidad?
Bueno, de acuerdo a lo que me ha pasado, y por tanto de mi personal apreciación, una ventaja de tan desagradable situación es descubrir frases.
Resulta que el 24 de diciembre a las 2 de la tarde aun tenía que comprar unos regalitos. Me imagine que dado el día, la hora y el detallito de que los centros comerciales y las tiendas de toda Venezuela han estado llenos todo el mes de diciembre, la cosa resultaría fácil y rápida. ¡Uy que ingenuo!
Primero me fui a una tienda en el casco de Chacao, y su espacio mínimo hacia que uno se sintiera en el propio mercado de esa zona de Caracas por la cantidad de compradores/as presentes. Y la gente tomaba sombreros y bufandas, y yo no me decidía, y escogía anillos, pulseras y carteras, y yo en la misma duda, e iban hasta la caja, y yo seguía dando vueltas. Pero aquí no descubrí nada excepcional; conseguí algunos de los regalos y encontré el retraso típico a la hora de pagar a causa del colapso de los puntos de ventas.
Entonces me dirigí al Sambil, y nada más cruzar la Av. Francisco de Miranda y tomar la calle Elice, temí lo peor, y no me equivoque. El mall de la época estaba, para decirlo técnicamente, hasta los teque-teques. Guiado por la instrucción de la chica de información (“baje un nivel y camine recto hacia allá”, me dijo) llegué directo a la librería. Allí casi lloro. De verdad que hacia tiempo que no veía a tanta gente comprando en una librería. La cola frente a la caja parecía una de Mercal. Claro, la gente compra allí no sólo libros, sino juguetes, en un ambiente más agradable que una juguetería.
Huí del Sambil en búsqueda de una librería menos concurrida. Y la medio encontré. Mejor dicho, encontré completa la librería pero medio llena de gente, o medio vacía. También encontré los carritos que buscaba, así que no pude evadir la cola que me tocó hacerla en el pasillo de la literatura hispanoamericana. Casi me leo una obra de Saramago, pero preferí ir ojeando distintos títulos, hasta que me encontré el libro más reciente de Elisa Arráiz Lucca, Viernes a la sombra.
Y tan pronto lo abrí me encontré con la frase que ella usa para inaugura el texto, y que hoy justifica toda la cola de este día de navidad: El encuentro de dos personas equivale al de dos sustancias químicas. Si sucede alguna reacción ambas se transforman. Carl Jung.
A mi me parece que valió la pena.


Alejandro Luy
27 de diciembre de 2007

viernes, 21 de diciembre de 2007

Leones del Caracas, la empresa


Los viejos empresarios, o los empresarios de vieja guardia, acostumbran a tener su dinero invertido en varias empresas. Casi todas esas empresas son rentables o muy rentables, pero algunas, o al menos una de ellas, suelen ser un desparramadero de dinero.
Sin embargo, por algún motivo, y créanme que hay muchos, el dueño mantiene viva a la empresa de cifras rojas. Puede que esa sea la que maneja uno de sus hijos(as), posiblemente el(la) menos destacado(a) (de los(as) hijos(as), me refiero), o la que dio el origen a la fortuna que ahora se disfruta, o es aquella empresita que se dedica a producir los dulces que el anciano dueño mas estima. Hay otros motivos un poco más perversos: se trata de tener a una empresa icono, sustentada en su historia, pero que en el fondo no representa ningún interés en particular. A este tipo de empresa me atrevo a calificarla como “la empresa marketing” del consorcio empresarial. Es la empresa de los regalos corporativos, pero es la en que menos piensa el principal accionista.
Yo estoy pensando que el equipo Leones del Caracas puede que sea para la Organización Diego Cisneros ese tipo de empresas; la empresa que se tiene por cariño o porque da caché, y no por los ingresos que generan.
Porque es evidente que ser el dueño de uno de los equipos de baseball mas importantes de Venezuela, con mas de 50 años de historia, con un registro de valiosos peloteros nacionales e internacionales incluyendo (lista corta) Andrés Galárraga, Baudilio Díaz, César Tovar, Pete Koegel, Jesús Marcano Trillo, Pete Rose, Omar Vizquel, Antonio Armas, Víctor Davalillo, implica controlar algo invalorable.
Y lo considero analizando la conducta que ha tenido el Sr. Cisneros para con un equipo que hace dos temporadas se tituló Campeón de Venezuela y el Caribe, pero que después de ello han sufrido dos temporadas terribles, la del 2006-2007 donde fueron eliminados y la de 2007-2008 a la cual nos espera otra vez el “no vas pal baile”, aun cuando hayan fanáticos que hoy crean que no será así. El Sr. Cisneros ha dejado estos dos años de fracasos al mismo Gerente general y con él, al Manager. Y con decepciones y ausencias en la fase del todos contra todos y en la final, no hay fanáticos que dejen los bolívares que hacen rentable a la empresa. Si es “empresa marketing” lo anterior es una nimiedad.
Pero puedo estar equivocado. A lo mejor al dueño si le importa el equipo, quiero decir la empresa, y la ve rentable, y no la tiene sólo por imagen. Si es así no me sorprendería que a partir de enero Ariel Pratt y Carlos Hernández se dedicaran a actualizar su currículo para buscar un nuevo empleo.
Mi sugerencia es que se vayan al Magallanes, un equipo que promete.


Alejandro Luy
21 de Diciembre de 2007

Ariel, ¿Ahora qué hacemos?


La pregunta no va dirigida al protagonista de la guaracha ni al jabón que deja la ropa blanca, sino a Ariel Pratt, Gerente general de los Leones del Caracas, equipo que respaldo desde hace un pocote de años.
El porque te estoy escribiendo (¿no hay problemas que te tutee, verdad?) tu debes imaginarlo. Pensaba escribirte ayer cuando anotamos 11 carreras y sin embargo perdimos por tres carreras ante los Cardenales, el “wild card” del “round robin”. Estas letras debían aparecer luego del juego donde por segundo día consecutivo Marcos Scutaro cometió un error al campo, porque quizás anda “desmotivado”. Pero estaba con unos amigos, y hoy salí con la familia, así que tuve que esperar hasta el domingo por la noche, después del las nueve arepas que nos dieron Los Tigres.
Quiero saber en qué estás pensando luego de la debacle. Porque, aunque quieras ocultarlo, sabes que estamos eliminados, que no vamos pal baile, que se acabó la temporada y algo debes tener en la cabeza.
Por ejemplo yo creo que debes estar pensando en las decisiones. No creas tu Ariel, que yo creo que las medidas de un equipo de baseball – la del manager o la del gerente general - deben ser consultadas a los fanáticos. ¡Dios nos libre que adoptemos el método en el deporte!
Pero los fanáticos tenemos la libertad de cuestionarlos a ellos y a sus decisiones. Para eso somos fanáticos. Cómo no comentar la decisión de Luis Sojo en el Mundial de Baseball de lanzarle a David Ortiz teniendo la primera base desocupada, quien luego la botaría de jonrón. O cómo no tener una opinión cuando la “directiva” del Caracas le dijo chao a Carlos Subero y trajo a Carlos Hernández.
Mi nivel de “cuestionamiento de fanático” llega hasta plantearte que Ariel, asumas tu responsabilidad. Si tu fuiste el que decidiste cortar seis años de formación de Carlos Subero en el Caracas, el que decidió cesantear al manager que nos sacó del foso en la temporada 2005-2006 en una crisis peor a la vivida en esta temporada (lo que pasa es que 11 derrotas seguidas hacen mucho ruido), si fuiste el artífice de la botada del dirigente que llevó al equipo a ser Campeones de la Serie del Caribe, si creíste que hacía falta “carácter” (¿mano dura?) para volver al equipo ganador, y ahora tenemos el resultado que tenemos, yo creo que tu deberías hacer algo.
Yo seguiré siendo fanático de Los Leones del Caracas y militante del TOCOMA (TOdos COntra el MAgallanes), pero tu qué harás.
¿No has pensado en renunciar?.
Alejandro Luy
© Nojile.
Ilustración: Rogelio Chovet
Escrito en diciembre de 2006

Los sotaneros


En los años 80, la gerencia del equipo de los Orioles de Baltimore contrató a un ornitólogo para “transformar” la imagen de su equipo. Decidieron que ya era tiempo de dejar atrás la caricatura del pajarito para convertirlo en el verdadero oriol, que es un ictérido familia del turpial.
Me sirve la introducción para notificar la renovación de imagen y nomenclatura de algunos equipos de béisbol venezolano, que busca, como objetivo central, corregir imperfecciones inaceptables en el Siglo XXI.
Me han encomendado esta labor, que ejerzo con la objetividad de un seguidor de los Leones del Caracas. Para empezar, he encontrado la necesidad de modificar la imagen de cuatro de los equipos: las Águilas del Zulia, los Tigres de Aragua, los Cardenales de Lara y los Tiburones de la Guaira.
En todos esos casos, hay que pasar de la “comiquita” hacia una representación fiel del animal que identifica al equipo. Un caso grave es el de las Águilas, representadas por un águila calva, imagen del imperio de Mr. Danger. Por más que el gobernador sea Rosales, no se puede permitir que un águila yankee los simbolice. Hemos decidido cambiarla por un Águila de copete, que luce bastante distinta a la calva, pero al menos está en la Sierra de Perijá.
Los Tigres de Aragua más tigres de la India no pueden ser. Se tratan de unos felinos con rayas y no con manchas como nuestro yaguar. Ya hemos designado un ilustrador de fauna silvestre para que haga los nuevos bocetos del logotipo del equipo de Miguel Cabrera.
Con los Cardenales los cambios serán menores, ya que el dibujo que identifica obviamente fue inspirado en el cardenal coriano, ave habitante de las zonas secas de Falcón, Zulia y Lara. Para los tiburones, estamos consultando a los especialistas a fin de escoger como representación al escualo más agresivo del país.
Por razones distintas a la de su imagen gráfica, también estamos revisando la situación de dos equipos: Pastora de los Llanos y Navegantes del Magallanes. Dos preguntas ilustran el problema: ¿qué es un Pastora? y ¿dónde queda Magallanes?
Sobre Pastora, el Diccionario de la Real Academia Española de la lengua dice: 1. m. y f. Persona que guarda, guía y apacienta el ganado, especialmente el de ovejas; 2. m. y f. Persona que tiene la prelatura o cualquier otra dignidad eclesiástica cristiana con fieles a su cargo y cuidado. 3. m. rur. Ur. Semental equino o porcino; 4. f. C. Rica. flor de Nochebuena. No se que pensará usted, pero a menos que se refieran a que los jugadores sean unos machos reproductores, ninguna de las otras acepciones me parece ajustada a un equipo de béisbol. Así hemos considerado cambiar el nombre a Arroceros, Maiceros o Cafetaleros de Portuguesa, en honor a uno de los rubros agrícolas de la región y asignado la representación al estado donde juegan.
Pero aun nos queda un problema: los Navegantes del Magallanes. En primer lugar, y por los mismos argumentos esgrimidos antes, estos deben dejar de ser “del Magallanes”. ¿Acaso usted sabe dónde queda Magallanes? No existe en Venezuela ciudad, pueblo o estado llamado Magallanes, y por tanto esto debe ser eliminado del nombre del equipo. Por la ubicación de su sede, el equipo debe ser de Valencia o de Carabobo.
Además, nos parece curioso lo de “navegantes”. Aunque tenga costa, el estado Carabobo no puede ser identificado en su conjunto con el mar. Como dicen que Valencia es la ciudad de las “naranjas dulces, las mujeres bellas y…” alguna otra cosa más, pensamos que podrían llamarse los Naranjeros de Valencia. Pero no nos convenció. Sonaba mucho a México, y como andamos peleados con Fox, preferimos descartarlo.
Finalmente hemos decidido que en este equipo su denominación reflejará algo que les es muy natural en el juego de béisbol. Así, les anuncio, que desde ahora en adelante el equipo será “Sotaneros de Carabobo”.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Publicado el 8 de noviembre de 2005 en El Mundo

La entrevista deportiva


A mi me gustan los deportes. No practico ninguno, pero puedo pasar horas viendo béisbol, tenis, golf, carreras de autos y motocicletas, fútbol, y cualquier otra práctica por la cual reciben mérito y/dinero sus participantes.
Dentro de ese interés por el deporte también considero valioso conocer la opinión del deportista luego de sus éxitos o fracasos, así como su opinión de los retos frente a su próximo duelo.
Sin embargo, últimamente me he dado cuenta de lo absurdo de ciertas entrevistas deportivas en la que se formulan una mala pregunta y por tanto reciben a cambio un bodrio como respuesta.
A continuación les doy algunos ejemplos sacados de la vida misma, copiados casi textualmente:
Entrevista 1. A un beisbolista
Pregunta: ¿Cuál crees que es la clave para ganar la serie?
Respuesta: Yo creo que los pitcher hacen su trabajo y tiran strikes, y nosotros logramos batear y hacer carreras podremos llevarnos la serie. También es importante mantener una buena defensiva.
¿Se le ocurre usted acaso una forma diferente de ganar un partido de béisbol?
Entrevista 2. A un conductor de Fórmula 1.
Pregunta. ¿Cómo fue que se dañó el caucho trasero luego de que fulanito de tal lo golpeara?
Respuesta: Bueno fulanito de tal se pasó en su frenada y el caucho delantero izquierdo golpeó el caucho trasero izquierdo provocando que este se rompiera.
¿No fue lo que usted vio varias veces y desde distintos ángulos en la televisión, justamente en el canal que hace la entrevista al conductor?
Entrevista 3. A un futbolista.
Pregunta. ¿Cómo se sintió al fallar el penal que pudo haber definido el partido?
Respuesta: Es muy decepcionante, ya que podríamos haber ganado. Pero ya veremos en otra oportunidad.
¿Qué esperaría el periodista como respuesta? Acaso un “de maravilla”, manifestando un gesto de sadismo frente a su equipo.
Por eso, cuando acaba de finalizar la serie mundial he decretado mi negación a seguir las entrevistas que han de hacerle a Maglio Ordoñez y Carlos Guillén (los venezolanos más representativos del perdedor equipo de la serie mundial, los Tigres de Detroit) que busquen indagar sobre los motivos del fracaso, que por qué no salieron los jonrones, que qué pasó con la defensa, que por qué motivo el veterano y exitoso manager Leyland no puso a lanzar al veterano y exitoso Kenny Rogers.
No, no me lo calo. Por eso ahora estoy convencido de que a los jugadores los quiero en el campo y no diciendo: no bateamos, cometimos errores y por eso perdimos.
Eso ya se sabe.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Escrito en Octubre de 2006

¿Y qué pasa si es verdad?


En la mitad de la temporada de béisbol 2005-2006 los Leones del Caracas estaban en el sótano de su división. Sus lanzadores abridores, en promedio, no llegaban a cubrir 4 innings. Por esos tiempos, el manager Malavé decidió renunciar y darle paso a Carlos Subero.
Contra todos los pronósticos, Caracas logró remontar, clasificando como el segundo de su división al round robin. En ese todos contra todos, ganó sus últimos 4 juegos y clasificó venciendo (y eliminando) a los Navegantes del Magallanes. Allí perdió todos los juegos contra Los Tigres de Aragua, quienes a la larga serían sus rivales.
Así va a la final contra el equipo aragüeño, continúa con una buena selección de refuerzos, pierde el primer juego y luego vence los 4 siguientes para titularse Campeón de Venezuela. Entonces llega la Serie del Caribe y gana los seis compromisos para ser los campeones.
Los Leones del Caracas ganaron 14 de sus últimos 15 juegos, pero ahora dicen, desde periodistas hasta los más furibundos fanáticos de otros equipos, que Gustavo Cisneros compró el Campeonato y hasta la Serie del Caribe. Fue la chequera del Cisneros (no los bates y ni los guantes) quien nos dio la alegría vivida comenzando el mes de Febrero. Y todo eso lo hizo como parte de una jugada política contra el presidente Chávez.
Como yo no tengo pruebas de que la chequera haya sido la responsable de las carreras y los outs, así como tampoco tienen prueba los que apoyan esa tesis, he decidido pensar, qué pasaría si soy yo quien se equivoca. ¿Qué debería pensar si fuera verdad que el campeonato fue comprado; que Buddy Bailey se vendió y por eso no escogió a Carlos Guillén como refuerzo, ni hizo los cambios de sus pitchers en los momentos indicados; que el desempeño de Alex Cabrera, Alex González, Scutaro, Trías, el “Guti” Gutierrez, Blanco, y casi todo el equipo era absolutamente una farsa, ya que todo estaba montado? ¿Cuál sería mi conclusión si nuestro equipo también tuviera “las medias negras”, como aquel de Chicago que vendió la serie mundial?
¿Qué pasa si es verdad que la alegría desbordante después de que Los Leones ganaran la serie de Campeonato y la Serie del Caribe se la debemos a una firma sobre un papel con un pocote de ceros? ¿Qué pasa se es verdad que los magallaneros gritando “León, león, león”, y las caravanas, y la celebración en Los Proceres sin matiz político, son producto de la debilidad de más de uno que se dejó sobornar?
Si Los Leones ganaron porque Los Tigres (de Aragua y de Licey) se vendieron (cosa aun por demostrar), al menos una conclusión deberíamos llegar: Cisneros sigue siendo el empresario más exitoso de Venezuela, hizo una inversión y obtuvo sus resultados. Lo mejor es que ese éxito ha sido tan grande que nos lleno de alegría al resto de los venezolanos.
Lo demás son especulaciones, hasta que no se demuestre lo contrario.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
© Nojile. 12 de febrero de 2006.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Fiestas talibanas


Debo confesar que durante la celebración de navidad y año nuevo, cada día que pasa yo me siento más feliz. Imagino que usted comparte este sentimiento, pero posiblemente sea por motivos absolutamente diferentes. Yo me alegro porque nos acercamos más rápidamente al final de las fiestas de diciembre, que son las más fundamentalistas de occidente; festejos donde tenemos que ser o estar - porque sí alegres, comprensibles, abiertos y sensibles. Son momentos para sentir la dicha y "la fe en la vida" pero a juro. De diciembre a enero, la orden en el cuartel de este lado del mundo es ser optimista y andar contento, y pobre del que sienta lo contrario.
El primer acto talibán de la navidad son los adornos navideños que aparecen en cualquier rincón. Empieza diciembre y uno encuentra en una cauchera, en la oficina, en la entrada del quirófano de la clínica y en la funeraria "a typical Christmas tree", es decir, un arbolito de navidad. Y en la noche brillan lucecitas en los balcones, en las tiendas, en los alambres de púas que protegen al edificio de la clase media y en la camionetica que hace el recorrido Santa Lucía-Caracas. Gracias a esta necesidad de envolvernos en iconos navideños, los alcaldes de Venezuela ejecutan la más importante acción de políticas públicas en el año: una correcta ornamentación de navidad en las plazas y calles de su municipio.
Luego vienen las fiestas y reuniones familiares. Si estas casado, si estas soltero, si te botaron del trabajo, si las ventas fueron malas a causa de los buhoneros, si te matraquearon los tombos por ser buhonero, si se casó un amigo o se divorciaron varios conocidos, en diciembre todo se olvida porque llegó la rumba. El clímax de la celebración es por supuesto noche buena y año nuevo, donde el festejo incluye ropa de estreno. Atrévase a decirle a la familia: "quiero recibir el año haciendo algo diferente" o de manera más directa "mi amor porqué no nos quedamos en casa" para que de inmediato le espeten, "no empieces con la necedad", para luego coronar con "recuerda que nos comprometimos a ir a casa de la tía Eulalia y llevarle los higos secos. Es verdad que nos vamos a aburrir, pero eso no es motivo...".
El otro asunto de las celebraciones talibanas es la comida, que se resume a bollo y hallaca. ¿Sabe usted que hay gente que sufre en la temporada porque no le gusta la mezcla de carne, pasitas, cebolla y masa de harina de maíz cubierta con hoja de plátano? Una mañana cualquiera usted sugerirá: "¿mi amor porqué no desayunamos un periquito, arepas, caraota y un quesito de mano", y recibirá como respuesta la pregunta que suena a orden "¿por qué no te comes un bollo de la comadre con un poquito de ensalada que está guardada en el tupperware azul?". Por eso no es casual que el himno ritual digno de Al-Quaeda de estas fechas sea "digan lo que digan no discuto más, la mejor hallaca la hace mi mamá". ¿Cómo podemos pedir diálogo al gobierno si la fundamentalista cancioncita ha marcado nuestra vida?
Pero todo jolgorio -más aún el talibán- debe contar con la música propia de la temporada, que en nuestro caso son las incalificables gaitas. Entre palo y palo uno no sabe si es Amparito o el Negrito fullero quien vende bollos en el mercado, se le hace un nudo en la garganta cuando va pa´ Maracaibo y empieza a pasar el puente, y busca respuestas en aló presidente aló. Afortunadamente, y emulando a la estrella de Belén, las gaitas y sus intérpretes brillan y desaparecen durante el mismo mes.
La guinda de la torta en las obligadas celebraciones navideñas son aquellos buenos deseos que - según dicen - flotan en el aire y milagrosamente viven a pesar de que hemos oído durante 360 días que la economía está mala, que los hospitales no funcionan, que la corrupción sigue galopando, que los precios del petróleo van en picada, que el deterioro ambiental amenaza nuestra supervivencia, que el gobierno no sirve y tampoco la oposición.
El proceso talibán que nos obliga a ser felices por decreto divino es lo que explica que los más críticos escritores de opinión se atrevan a redactar cartas públicas al niño Jesús donde expresan anhelos imposibles de cumplir por el hijo de José y María, ni que cuente con el apoyo de San Nicolás y los renos. Es una consecuencia de las fiestas talibanas que, como un acto reflejo, por estas fechas todos los articulistas terminen sus escritos deseando feliz navidad y un próspero año 2002.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
24 de diciembre de 2001 - El Nacional

Carta de un padre al niño Jesús


Querido niño Jesús:
Antes de extenderme en los saludos, lo primero que te pido es que le des urgencia a esta correspondencia, así como hicieron los diputados del bloque del cambio para aprobar la Ley Resorte.
Recibe un cordial saludo de parte de un padre asalariado -o sea yo- del país más septentrional de América del sur, casado y con tres descendientes -dos hembras y un varón- a los cuales tengo que proteger y alimentar. Como tú sabes, por estos tiempo las funciones antes mencionadas significan atender la petición que te hacen a ti de regalos y que religiosamente tú rebotas -quien sabe si irresponsablemente- a los progenitores. Esa situación me parece injusta pero no te asustes que no pretendo emprender una Constituyente navideña a estas alturas del año.
Voy a lo que me trajo hasta estas líneas: esta carta es una solicitud para que me ayudes al menos un poco ante la reiterada petición para el 24 en la noche, que cada año se hace más compleja gracias al bombardeo de propagandas, que en mi casa llegan tanto por los canales nacionales como los de cable dedicados a la emisión de series infantiles.
No se si lo habrás notado, pero las cartas "al niño Jesús" ya no son cartas. Son escritos tan extensos como una disertación de un filósofo europeo explicando el proceso revolucionario venezolano en el contexto socio-político de latinoamérica. La única diferencia es que los caracteres de nuestros carajitos están destinados a pedir, mientras que los otros, son sólo para hablar paja. Y mientras más piden, más dinero tengo que gastar.
Lo que te solicito es que le escribas al gobierno, para que instaure la I Feria del Juguete Revolucionario, donde nosotros, quienes cumplimos tu labor de entregar los presentes en Noche Buena, podamos adquirirlos a precios solidarios. Si lo pueden hacer con los alimentos en Mercal o en las ferias de Los Próceres, estoy seguro de que el ejecutivo podrá actuar en esta oportunidad de la misma manera.
No se te olvide mencionar, que por "juguete revolucionario" debe entenderse todo aquel que esté mencionado en las cartas de los chamos y chamas, a saber: bates, gorras, guantes, balones, Barbies y sus accesorios en todos los modelos y tamaños, Polly pots, Game boys, Play Stations, patinetas y patines, máquinas para hacer helados, juegos de maquillaje, carros a control remoto, bicicletas, muñequitos de Barnie, Max Steel y Power Rangers, discos de Hilary Duff, Britney Spears o Jessica Simpsom, celulares con cámara incluida, televisores y DVD, entre otros.
Se que pensarás que el pedido es difícil. Es verdad; pero si fuera sencillo no te buscamos. Bastaría hablar con Darío Vivas.
Anda Niño Jesús. Échanos una mano. Mándale una carta pública al Presidente, al Vice-presidente ejecutivo, al Presidente de la Asamblea (según parece es un tal Ameliach y no Gutiérrez que es el encargado permanente), al Ministro de Finanzas, al de Producción y Comercio, al Presidente de PDVSA (ese es importante porque tiene el billete para financiar la feria) y a todo el que a ti se te ocurra. Hazlo vale, para ver si este año los reales me alcanzan para comprarme unos zapatos.
Y no lo vayas a tomar como una amenaza, pero si no lo haces, cuenta con la Constituyente navideña el próximo año para que no sigas engañando a los niños de la patria.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Publicado en El Mundo. el 9 de diciembre de 2002

Cochino demócrata


Dada la hipersensibilidad presente en el país originada por la polarización política, el patético desempeño de varios equipos de baseball, el amor por los animales, y por muchas otras cosas, tomo la previsión de pedirle al lector que no saque conclusiones apresuradas a partir del título de este artículo. Inicie su lectura, sin prejuicios, concluya y califique. Gracias por ceñirse al orden propuesto.
Muchos sabes que desde hace tiempo he manifestado públicamente mi aversión a las celebraciones de navidad y año nuevo. Es celebre en los círculos de intelectuales la controversia navideña entre la escritora Carolina Espada y mi persona, la cual puede leer en Nojile (www.chovet.com/nojile, Fiestas talibanas vs. Tras un pase de Jingle Bells). Sin embargo, ha sido esta distante posición la que me ha permitido hacer un análisis científico sobre los procesos sociales y culturales relacionados con estas fiestas.
Hoy resulta un momento apropiado para mostrarle el más reciente de los estudios, cuyos datos empecé a acopiar hace más de un año, pero que se alimentaron notablemente en este año cuando la navidad la decretaron con luces, San Nicolases, gaitas y parrandas el primer día de octubre (vaya a usted a saber porque motivo).
Hace un año, estaba con una amiga que regresaba de su viaje de vacaciones por la India y la invité a una refinada pastelería del este de la ciudad y cuando el muchacho de la barra – quien me veía por primera vez en su vida - me entregaba mi pedido, sutil pero decididamente me acercó un cochinito de plástico de color rosado con una clara intención de que le dejara un aguinaldo.
En otra oportunidad, al temer hacer uso de mi celular en el centro de Caracas y para evitar un arrebatón indeseado, decidí utlizar una de esas centrales telefónicas de sombrilla que pululan por el territorio nacional. Luego de mi llamada, y cuando me dispongo a pagar, el manganzón dueño del negocio me lanza desde su voluminosa humanidad “son quinientos bolos y algo pal cochinito”. Y entonces me puse a detallar la presencia del cochino en nuestras vidas decembrinas. Y allí estaba, de plástico, amarillo o rosado o verde o rojo, en las incalificables camioneticas públicas (de manera destacada en aquellas cuyos conductores le niegan el acceso a los estudiantes), en la mesa de los vendedores de frutas (piña picada, cambur, ensalada de frutas) cercanos al Parque Carabobo, en los buhoneros de autopistas que atienden las necesidades del 20% de los venezolanos que poseen vehículo propio, en los kioskos de prensa de Colinas de Bello Monte, El Hatillo o Los Palos Grandes, en todas las panaderías (obviamente), en varios abastos y supermercados, y hasta en las estaciones de servicio encerrados entre 91 y 95 octanos. Cada uno de los que cree que su labor necesita un bono solidario de parte de sus clientes, tiene un cerdo de material blando con una abertura sobre su cabeza o su lomo por donde deben entrar las monedas y los billetes.
Así, junto al típico árbol de navidad, las luces y las bolas – las de adorno -, el cochinito de plástico es otro signo indudable de nuestras navidades, que al tener acceso a todos los sectores de la sociedad, lo hace absolutamente democrático.
Ese parece ser nuestro único cerdo demócrata, porque pernil de verdad como que no hay pa´ todos.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Publicado en el diario El Mundo en el 2005

Ramos Allup Presidente


Querido niño Jesús:
En primer lugar debo decirte que el título de esta carta, es una solicitud y no una predicción. Y la petición es para ti: yo, que me he portado bien todo el año, te solicito como regalo a Henry Ramos Allup como presidente de la república en el 2006.
Como se que la solicitud puede resultar extraña, y contraviniendo la tradición de las cartas dirigidas a ti, he considerado necesario argumentar mi solicitud, la cual seguramente se convertirá en un deseo mayoritario.
En primer lugar, yo estoy súper convencido de que si Ramos Allup se convierte en presidente, en menos de un año todos los venezolanos empezaremos a añorar al gobierno anterior, es decir al actual, que tanta crítica recibe tanto adentro como afuera del país.
No se si tu corta edad te impide recordar que cada vez que se instala un gobierno empezamos a extrañar al anterior y nos damos cuenta de que no era tan malo como llegamos a pensar. ¡Tu no te imaginas la cantidad de gente que en estos tiempos evoca el gobierno de Caldera e incluso el de CAP II!
Entonces, cuando menos lo esperemos, muchos coincidiremos que eran buenas las misiones, y la política exterior, y la economía, y el petróleo a Cuba, y la gasolina de los pobres de EEUU, y los planes de desarrollo del gobierno actual, que será el gobierno anterior una vez que se monte Ramos Allup.
Si Ramos Allup es presidente (¿o debo decir cuando Ramos Allup sea presidente?), regresarían las romerías blancas que tan divertidas eran, bien en la avenida México o en la avenida Bolívar. Sin tanto formalismo como los actuales mega mercales, se harían dos o tres veces al año, siendo la más relevante la que celebremos los 13 de septiembre en la conmemoración del aniversario del partido. Y entonces uno ira a beber cerveza y a ver a los dirigentes sonrientes con sus gorritas blancas. Nada de sacar la cédula, el pasaporte o comprar carne. Cuando mucho a comer pinchos.
Pero también tendríamos fiestas carnestolendas y patronales en absolutamente todos los pueblos donde haya una casa de AD en Venezuela. Es decir tendríamos - como antes - fiestas carnestolendas y patronales en toda Venezuela.
A decir de lo sucedido en los tres últimos gobiernos adecos, es casi seguro que volverían las barraganas, que cumplían tres funciones: "atender" al presidente, hacer chanchullos y - lo más importante - nos darían a los mortales elementos para el chisme y la guasa.
Si Ramos Allup es presidente, con los adecos volverán los copeyanos y entonces volveremos a hablar de la guanabana, ya que en todos la administración pública encontraríamos ministros, vice-ministros, directores, “verdes por fuera pero blancos por dentro”.
Pero te digo que aquí está el principal motivo de esta solicitud, mi querido niño Jesús. En este párrafo te explico, final y muy egoístamente, porqué yo quiero que Ramos Allup sea presidente. Cuando gane Ramos Allup yo podré sentarme nuevamente con todos, absolutamente con todos, mis amigos y familiares, de la A a la Z, en cualquier plaza, esquina, fiesta o botiquín a hablar sobre el presidente y sus ministros, y, sin discrepancias ni molestias, todos juntos expresar a viva voz: ¡este gobierno es una mierda!.
Alejandro Luy
Ilustración: Rogelio Chovet
Publicado en el diario El Mundo el 20 de diciembre de 2005.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Carta al Niño Jesús (versión 2007)

Querido niño Jesús, nuevamente, como todos los años me dirijo a ti para la acostumbrada solicitud de los tiempos de navidad.
Esta vez no te voy a pedir que me traigas, sino, por el contrario, esta vez te ruego que no me traigas algo.
Se que suena extraño, porque lo común es que te pidan cosas materiales. Un tipo de mi edad te pediría un carro nuevo, una casa, un sustancioso aumento de sueldo, la disminución de la inflación, un televisor LCD, otro concierto de soda stereo, un celular arrecho (como veraz soy ignorante de cuál es el modelo al cual debería hacer mención), ganar el kino o hacerse famoso. Incluso, no se si recordaras que hace dos años te pedí a Ramos Allup de presidente para el 2006 (http://www.chovet.com/nojile/luy/ramos.html) y evidentemente no me cumpliste.
Pero como yo tengo confianza en ti nuevamente te hago una petición nada egoísta, que estoy seguro que ayudará a prácticamente todos los ciudadanos de este país. Los que votaron Si, los que votaron No, y los que no votaron como mis amigos Omar y Alberto, estarán muy contentos con tu regalo.
Querido niño, por haberme portado bien, te pido que, por favor, no me traigas una Asamblea Constituyente. Entiende que no queremos otro motivo para la polarización, que bastante nos ha costado la constitución que tenemos, que son muchas las leyes que nuevamente habría que redactar, que ya tenemos unas elecciones para el año que viene y que no queremos tener tres. Mi pequeño Chucho, si hay una nueva constitución, y la aprueban, vamos a tener que luego elegir nuevamente al Presidente y a la Asamblea, y mientras todo esto pasa, los ministros estarán ocupados de marchar y buscar votos, y no de solucionar los problemas de seguridad, vivienda, alimentación, desarrollo, educación, salud; y los empresarios se cruzaran de brazos, y no van a invertir, y se sentarán a esperar a ver que pasa sin crear empleos. Y los amigos seguiremos tensos o peleando, y mandando por correo artículos publicados en Aporrea o en Noticiero Digital, o video políticos de Youtube, en vez de organizar en tranquilidad fiestas de reencuentro.
Coño muchachito, piénsalo bien, apiádate de mi. Por favor no me traigas la Constituyente.
Y esta pendiente, mi querido Chuo, de un tal Baduel. Si te escribe solicitando lo contrario, recuerda que mi carta llegó primero.
Feliz navidad carajito.

8 de diciembre de 2007